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24 de marzo de 2017

Bill Gates: "si un robot reemplaza el trabajo de un humano, este robot debe pagar impuestos como un humano"


La próxima gran revolución será la llegada de los robots a los puestos de trabajo, algo que ya ha empezado a ocurrir en diversas regiones del mundo, en algunas compañías y hasta en restaurantes, donde las máquinas están tomando el control de cadenas de producción y automatización de tareas. Esto significará un gran cambio, y por ejemplo, en la Unión Europea ya están pensando como regularlo.

De entre las voces que han dado su opinión acerca de la revolución que se aproxima, está de la Elon Musk quien dice que deberemos fusionarnos con las máquinas sino queremos ser irrelevantes. Y ahora la de Bill Gates, quien pide que los robots tengan las mismas responsabilidades fiscales que los humanos.

En una reciente entrevista, Bill Gates compartió su interesante visión de cómo deberían ser las cosas cuando los robots sean mayoría en los puestos de trabajo, un escenario que se pronostica será una realidad en la década de 2030. 

El ex líder de Microsoft menciona que si las compañías están convencidas en reclutar robots como fuerza laboral, esto representará consecuencias, y no sólo para los humanos, sino también para las mismas compañías, ya que éstas deberían pagar los mismos impuestos, como si tuviesen humanos. Esta lógica obedece a que las compañías que están optando por robots seguirán aumentando sus ingresos al reducir costes y aumentar la producción, por lo que cada robot debe ser gravado a un nivel similar, e incluso por encima que de un trabajador humano.

¿Opiniones?

Fuente: Xakata

17 de marzo de 2015

Perú: Anuncian incentivo tributario a empresas que inviertan en ciencia y tecnología

Concytec institución estatal encargada de gestionar y fomentar las acciones del Estado en el ámbito de la ciencia, ha anunciado la aprobación de la iniciativa propuesta por el Ejecutivo que busca promover que las empresas inviertan en investigación científica, desarrollo e innovación tecnológica (I+D+i) en Perú.
Según explica el comunicado de prensa, esta propuesta aumentará el incentivo tributario a través del Impuesto a la Renta (IR). Hasta antes de que este proyecto fuera aprobado, las empresas que invertían en I+D+i, podían deducir estos gastos hasta un 100% para el cálculo del IR.
LABORATORIO DE MICROBIOLOGÍA Y BIOMEDICINA  DEL INSTITUTO NACIONAL DE SALUD (INS) EN CHORRILLOS. FOTO: CONCYTEC
Ahora, la nueva propuesta aprobada permite aumentar este nivel a 175% en el caso de los proyectos sean desarrollados directamente por el contribuyente o mediante centros de investigación científica, de desarrollo tecnológico o de innovación tecnológica domiciliados en el país; y 150% si es que se trabaja con centros de i+d+i extranjeros. Esto significa que todos los gastos en estas actividades se multiplicarán por el factor 1.75 o 1.5, respectivamente, disminuyendo aún más la base imponible.
“Esta medida significa que, de manera decidida, el Estado financiará una parte importante de los gastos en investigación y desarrollo, una inversión que tiene una alta rentabilidad social”, anotó la presidente de CONCYTEC, Gisella Orjeda.
Concytec anuncia que para que se hagan efectivas esas reducciones adicionales de impuestos (sea 50% ó 75%) se deberán cumplir los siguientes requisitos:
• Los proyectos de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación tecnológica deben ser calificados como tales.
• El proyecto debe ser realizado directamente por el contribuyente o mediante centros de investigación científica, de desarrollo tecnológico o de innovación tecnológica.
• Asimismo, deben contar con investigadores o especialistas, según corresponda, que estén inscritos en el Directorio Nacional de Investigadores e Innovadores (DINA) que gestiona el CONCYTEC, así como con materiales dedicados al proyecto, que cumplan los requisitos mínimos que establezca el Reglamento.
• Los contribuyentes que accedan a este beneficio tributario deberán llevar cuentas de control por cada proyecto, las que deberán estar debidamente sustentadas.
• El resultado del proyecto de desarrollo tecnológico o innovación tecnológica debe ser registrado en el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual-INDECOPI, de corresponder.
• La deducción adicional del 75% y 50% no podrá exceder en cada caso del límite anual de mil trescientos treinta y cinco Unidades Impositivas Tributarias (1335 UIT).
• La calificación del proyecto debe efectuarse en un plazo de 30 días hábiles. Es de mencionar que el primer proyecto de I+D+i presentado al CONCYTEC fue calificado en 27 días, es decir, en un plazo menor al previsto por esta nueva norma.

[foto de portada: senasa]
Tomado de:

16 de septiembre de 2013

Gobierno británico obligará a cobrar por el uso de las bolsas de plástico

El Gobierno británico obligará a cobrar por el uso de bolsas de plástico en supermercados y grandes superficies a partir del 2015. Los establecimientos deberán cobrar 5 peniques (unos seis céntimos) por cada bolsa, con el objetivo de reducir drásticamente su uso.

La medida, similar a la que implantó Irlanda en el 2002, lleva funcionando ya en Irlanda del Norte y Gales, donde el uso de bolsas de plástico se ha reducido un 76% desde el 2011.

El anuncio lo hará público el viceprimer ministro Nick Clegg, durante la conferencia del Partido Liberal Demócrata, dentro de una batería de medidas de protección ambiental.

Según el programa de acción contra los residuos, en el 2012 se usaron en el Reino Unido 7.000 millones de bolsas de plástico.

En los últimos dos años se había producido incluso un incremento de 800 millones de unidades. En la última década, y pese a las campañas de educación ambiental, se ha producido un aumento del 12% en uso.

La mayoría de las bolsas de plástico se usan apenas 20 minutos y pueden tardar hasta 1.000 años en completar el proceso de biodegradación. La contaminación causada por los plásticos tiene un efecto acumulativo sobre todo en los océanos y afecta a las aves y a la fauna marina.

La campaña para penalizar el uso de bolsas de plástico en el Reino Unido, 'Banish the Bags', fue impulsada en los dos últimos años por diario conservador 'The Daily Mail'.

Fuente:

El Mundo (España)

27 de junio de 2013

Luis Miguel Castilla: “Habrá medidas fiscales para fomentar inversión en ciencia, innovación y tecnología”

El titular del MEF anunció que parte de la reforma del Estado es dar incentivos tributarios y fiscales para que las empresas inviertan en este rubro y en desarrollar al capital humano.

En el marco del Día de la Banca y Finanzas 2013, el ministro de Economía, Luis Castilla, dijo que se necesita tomar medidas tributarias para que todas las empresas sean más competitivas, especialmente para incentivar la inversión clave en ciencia, innovación, tecnología y capital humano.

Lo primero es el régimen de recuperación anticipado del IGV. Ha sido un instrumento útil para reintegrar los gastos en los que incurren las empresas, sin embargo el trámite es demasiado largo y oneroso.

“Estos recursos son utilizados para ser reinvertidos en los proyectos. Lo que estamos haciendo es la cobertura de la devolución desde la fecha de solicitud y no desde la fecha de aprobación de la solicitud. Esto reducirá el plazo a la mitad, de más de 24 meses a menos de un año”, señaló Castilla.

Además, habrá un régimen de acompañamiento tributario a las mype, que comenten muchas infracciones con la Sunat y suelen hacerlo por desconocimiento.

Innovación, ciencia, tecnología e I+D

El ministro enfatizó que este aspecto es nuclear para apalancar el crecimiento en base a nuestra riqueza natural. Por ello, una medida será hacer que todas las deducciones por gastos en inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) no tengan tope de reintegro.

Asimismo habrá un crédito por inversión en capital humano, sobretodo al sector industrial. Se dará un crédito fiscal a las micro, pequeñas y medianas empresas que no puedan capacitar mano de obra en capacidades técnicas.

Fuente:

Gestión (Perú)

22 de septiembre de 2012

¿Por qué Gandhi odiaba el yodo? Una historia de la sal, los impuestos, los cretinos y los defectos de nacimiento

Gandhi odiaba el yodo. Y en la India hubo una gran cantidad de defectos de nacimiento. Y sal se convirtió en un problema político. Todos estos miembros, a primera vista no conectados, están perfectamente implicados.

Y es que, aún en nuestros días, persiste entre los habitantes de la India el rumor de que Mahatma Gandhi, el icono mundial de la paz, odiaba el yodo con todas sus fuerzas. Es lógico que odiara el uranio y el plutonio por lo que suponían: se podían construir bombas con ellos. Pero ¿el yodo?

Vayamos por partes. Durante su viaje por el continente europeo, el científico victoriano Humphry Davy hizo describió el yodo. Fue durante su estancia en París cuando Ampère, Clément y Desormes mostraron a Davy una sustancia que procedía de determinada alga marina, descubierta hacía solo dos años por Bernard Courtois. Al calentarse, esta nueva sustancia producía un vapor violáceo que se condensaba hasta generar cristales oscuros.

Inmediatamente, desde París, Davy escribió a la Royal Society para describirles la nueva sustancia y proponer el nombre de “yodo” para designarla, de la raíz griega para designar el color violeta.

Pero volvamos al pacífico Gandhi. Para protestar contra el opresivo impuesto británico a la sal, Gandhi dirigió al pueblo indio en 1930 en la famosa marcha a Dandi. Y es que la sal era muy importante para la India, pues siendo un país pobre como era, la sal era uno de los pocos bienes que podía producir por sí mismo. Sin embargo, los británicos gravaron la producción (8,2 %), algo tan desproporcionado como gravar a los esquimales por fabricar hielo.

Las protestas inspiradas por Gandhi se tradujeron, el 12 de marzo, en una marcha de 380 km compuesta por 78 seguidores y el propio Gandhi. A medida que avanzaba la marcha, se fue uniendo más gente, hasta el punto de que, al llegar a Dandi el 6 de abril, formaba una fila de más de 3 km de longitud. Gandhi, entonces, en una escena que quizá recuerde a la de Lo que el viento se llevó (juro por Dios que nunca pasaré hambre…), tomó del suelo un puñado de lodo salado y vociferó: “¡Con esta sal haré que se tambaleen los cimientos del Imperio [británico]!”.

A partir de entonces, los indios empezaron a hacer sal ilegalmente. Y entonces, también, empezaron a sufrir un gran porcentaje de defectos de nacimiento. El problema residía precisamente en la sal india: la sal común tiene poco yodo, un ingrediente esencial para la salud. Ya a principios del siglo XX, los países occidentales habían descubierto que añadir yodo a la dieta era la medida de salud pública más barata y eficaz que podía adoptar un gobierno para prevenir defectos de nacimiento y retraso mental.

La sal yodada, para los indios, era una imposición occidental, del Imperio británico, de modo que se negaba taxativamente a tomarla. La sal era del pueblo y para el pueblo. Pero las tierras de la India son pobres en yodo. Algo que también sucede en los lugares que se encuentran en las grandes cordilleras: los Andes, el Atlas, las tierras altas de Nueva Guinea, el Himalaya: las lluvias y las glaciaciones arrastran el yodo del suelo, hasta el punto de que las plantas de las que se alimentan los seres humanos también escasean en yodo.

Pero la sal ya se había convertido en un problema político, incluso en un problema epistemológico (la típica y tonta idea de que hay una ciencia oriental y otra occidental, y que la oriental es mejor que la occidental, algo de todo punto falso, como ya os expliqué en ¿Por qué la India es tan exótica y cool? La medicina alternativa como timo).

Tal y como explica Sam Kean en su libro La cuchara menguante:
En 1998, cuando el gobierno federal indio obligó a prohibir la sal común en tres estados que todavía se resistían, se produjo una reacción negativa. Los pequeños productores familiares de sal protestaron por el coste añadido en el proceso. Los nacionalistas hindúes y gandhianos arremetieron contra la imposición de la ciencia occidental. Algunos hipocondríacos incluso se preocuparon, sin fundamento, de que la sal yodada pudiera difundir el cáncer, la diabetes, la tuberculosis y, lo más extraño, el malhumor. Estos oponentes trabajaron con ahínco, y tan sólo dos años más tarde, ante la mirada atónica y aterrorizada de Naciones Unidas y de todos los médicos de la India, el primer ministro revocó la prohibición federal de la sal común. Esto técnicamente sólo hacía legal la sal común en tres estados, pero en la práctica fue interpretado como una aprobación. El consumo de sal yodada cayó de golpe en un 13 por ciento en todo el país. Y aumentó la incidencia de defectos de nacimiento.
Afortudamente, la revocación sólo se extendió hasta 2005, cuando se volvió a prohibir la sal común. El problema del yodo en la India, sin embargo, quedaba irresoluble.
Sigue vivo el resentimiento en nombre de Gandhi. Con la esperanza de inculcar algo de amor por el yodo a una generación con menos vínculos con Gandhi, Naciones Unidas anima a los niños a llevarse a hurtadillas un poco de sal de su casa hasta la escuela. Allí, juegan con sus maestros a un juego de química haciendo ensayos de deficiencias de yodo. Pero ha sido una batalla perdida.
Una situación que pudiera parecernos bárbara, carpetovetónica. Pero me recuerda demasiado a lo que está sucediendo aquí mismo, en países europeos y del Primer Mundo, con el asunto de las vacunas: Los casos de sarampión en Madrid se multiplican por 20… por culpa de la fe irracional de la gente.

Siendo ya un elemento químico de número atómico 53, hoy en día sabemos que el yodo es un componente esencial de nuestra dieta: un consumo insuficiente del mismo puede acarrear enfermedades de distinta índole. Tanto es así, que ya el filósofo inglés Bertrand Rusell (1872-1970) empleó estos datos médicos a propósito del yodo para negar la existencia de un alma inmortal: “La energía para pensar parece tener un origen químico […] Por ejemplo, una deficiencia de yodo convierte a un hombre listo en un idiota. Los fenómenos mentales parecen estar ligados a la estructura material”.

Fuente:

Xakata Ciencia

19 de septiembre de 2012

Los contenedores de basura se hacen ‘inteligentes’ en Holanda

basureros_holanda

Ya que vivimos conectados a Internet y rodeados de tecnología en cada actividad de nuestras vidas, las autoridades de Holanda han decidido dar un toque ‘tech’ a los contenedores o cubos de basura, para hacerlos tan inteligentes que sean capaces de identificar a la persona que arroja desperdicios en ellos.

Como lo lees: Los nuevos contenedores robotizados cuentan con un lector del documento de identidad, de manera que solo se abren si la persona que va a botar la basura acerca su identificación a ellos. ¿La intención? Poder saber la cantidad de desperdicios que genera una persona y cobrarle los impuestos correspondientes en función de eso.

Y es que en su interior, estos cubos inteligentes tienen un sistema que les permite clasificar los desechos que la persona (previa identificación) arroja en ellos, según sean reutilizables (que son gratuitos porque se reciclan), el resto se paga en función de su peso. Suena justo: Si generas mucha basura, pagas más.

A mi forma de ver es una solución excelente, tanto para controlar a los tramposos, como para que cada quién pague el impuesto correspondiente a la basura que de verdad genera, no en base a cálculos misteriosos (que nunca sabemos cómo hacen) y donde terminamos pagando igual quienes vivimos solos que los vecinos de al lado que tienen 4 hijos, dos perros, un gato y un loro…

Sin embargo, más que los cobros ‘justos’ que yo veo, las autoridades holandesas han comenzado a instalar estos contenedores inteligentes para evitar las trampas hechas por los ciudadanos que, para pagar menos impuestos por desperdicios, echan la basura en el recipiente del vecino, puesto que en Holanda el cobro es por la cantidad que arrojes en tu contenedor. Vamos, que robarle la identificación al vecino sí que será más difícil, ¿no?

Claro, esta idea funciona en Holanda por el orden con que se manejan sus ciudades, pero evidentemente no es una repuesta válida en todo el mundo: Por ejemplo, la veo mucho más viable en una ciudad como 

Madrid, donde vivo actualmente, y donde podrían darle un uso interesante al DNI electrónico; pero estoy segura que sería imposible de aplicar (al menos por ahora) en mi natal Caracas, donde ante la falta de controles terminarían rompiendo los contenedores, o directamente se los robarían para desarmarlos y revender las piezas… En tu caso, ¿crees que en tu ciudad podría aplicar?

Fuente:

11 de julio de 2012

Conozca los impuestos màs raros del mundo

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En Estados Unidos existen algunos impuestos realmente llamativos. En Arkansas, por ejemplo, los usuarios de servicios como los tatuajes o los piercing deben pagar un 6% extra de impuestos. En California, si compras fruta fresca en una máquina pagas un 33 por ciento de su coste en tasas. En Maine existe un canon especial que grava los arándanos. Y en el estado de Maryland se paga una tasa por cada inodoro instalado en una casa.

A lo largo de la historia han existido impuestos realmente singulares. Sin ir más lejos, en el siglo XVII Inglaterra impuso un gravamen sobre los edificios en función del número de ventanas, así como al uso de sombreros.

En la actualidad, preocupados por el calentamiento global, algunos países europeos como Dinamarca o Irlanda se están planteando la posibilidad de poner un impuesto a las flatulencias de las vacas. No en vano, de acuerdo con la FAO el 18% de los gases de efecto invernadero provienen del ganado doméstico. Más polémica es la propuesta lanzada por el economista nipón Takuro Morinaga, quien sugiere que los hombres más guapos y solteros deberían pagar el doble de impuestos que los menos agraciados. De este modo, asegura, se podría acabar con los problemas de descenso de natalidad que sufre Japón, cuyo gobierno está considerando la idea...

Fuente:

6 de marzo de 2012

Gente que se siente bien pagando sus impuestos


¿Realmente existen los actos altruistas? Si una persona hace una donación económica que le hace sentir bien, ¿su acto es altruista (porque ayuda a una persona) o egoísta (porque le hace sentir bien)? ¿Hay alguien que sienta que hace lo correcto cuando paga sus impuestos?

Para esclarecer algunas de estas preguntas de difícil respuesta, William Harbaught y sus colaboradores de la Universidad de Oregón, realizaron un experimento para determinar qué pasa en el núcleo accumbens, un sustrato neural del placer (y la recompensa), cuando alguien paga un impuesto u ofrece una donación. (Luego están los que disfrutan donando dinero porque, así, mejoran su estatus social, tal y como explico más extensamente en mi reciente artículo para Amazings.es ¿Somos ahora más materialistas y despilfarradores que antes?

Dado que el pago de impuestos es también un acto que está encaminado principalmente para favorecer el bien común, comprobaron qué ocurría en el cerebro de los participantes cuando pagaban un impuesto y cuando ofrecían una donación. Así que reunieron a 19 jóvenes de las cercanías de la ciudad de Eugene, en el estado de Oregón, y les pidieron que tomaran diversas decisiones de carácter económico mientras les sometían a un escáner cerebral.

Tal y como lo explica el neurólogo David J. Linden en su libro La brújula del placer:

Cada sujeto recibía una cuenta con 100 dólares que podía destinar, en la cantidad que estimara conveniente, a un banco de alimentos. En algunas de las pruebas los sujetos podían decidir si donar dinero o no; en otras no tenían alternativa porque pagaban un “impuesto”. Y en otras recibían el dinero sin la instrucción expresa de donarlo. El estudio se llevó a cabo como sigue: primero se presentaba a los sujetos una cantidad de dinero (pongamos que 15 ó 30 dólares) en una pantalla de ordenador. Unos segundos después se les daba a conocer la condición de la prueba: esa cantidad era o bien un regalo para ellos, o bien un impuesto sobre su cuenta, o bien dinero que podían donar al banco de alimentos. En cada caso, podían aceptar o rechazar la condición pulsando uno de dos botones. Los escáneres cerebrales revelaron que el pago de impuestos y donación activaban prácticamente las mismas regiones del núcleo accumbens que el hecho de recibir el dinero, aunque, en general, la donación provocaba una activación más fuerte que el pago de impuestos. Estos resultados apoyan por igual el modelo del “altruismo puro” y el de “la sensación de bienestar”.

Naturalmente, los impuestos son menos atractivos porque pueden destinarse para fines que no son exactamente del gusto del ciudadano. Este experimento tampoco sugiere que el cerebro de todo el mundo responda exactamente de la misma manera en estas condiciones. Lo que sí parece tener importancia es el placer que sentimos al donar dinero: si es un placer elevado, entonces optaremos por donar más dinero que si es un placer más escaso. Y, de nuevo, esto sigue complicando la respuesta filosófica a si el altruismo puro existe, si todo en realidad es egoísmo, si altruismo y egoísmo significan en el fondo lo mismo o si al sentir placer por hacer cosas buenas para los demás entonces este sentimiento es menos noble o no.

Tomado de:

Xakata Ciencia

8 de enero de 2012

¿Qué comidas causan una adicción incontrolable?

Según un estudio del Instituto de Investigación The Scripps, la comida chatarra tiene propiedades adictivas al igual que las drogas.

Muchas personas padecen de adicciones a ciertas comidas, tanto que al ver el platillo de su preferencia no pueden controlarse y lo compran rápidamente sin importar si contiene demasiada grasa, azúcar u otro componente que puede afectar su salud.

“Comer alimentos con alto contenido de azúcar, grasa y sal nos lleva a querer ingerir más alimentos con el mismo valor calorífico, es algo inevitable, lastimosamente son los de mejor sabor y los que más nos gustan, pero los que más dañan nuestra salud y los que hacen que ganemos unos kilos de más”, explicó la especialista Carola Sixto, editora de HolaDoctor.com.

Sin embargo, hay que resaltar que no todas las personas tienen la misma atracción. Algunos prefieren las comidas dulces como los chocolates y postres; y otros las saladas como las pastas, guisos o arroces.

Por esa razón, es importante y de gran ayuda conocer cuáles son los alimentos que nos producen adicción, informa la web La prensa gráfica.

LOS CARBOHIDRATOS
La Asociación Americana del Corazón explicó que los carbohidratos aumentan los niveles de insulina, lo que provoca una disminución del azúcar en la sangre. A causa de esto surge el deseo de ingerir más alimentos dulces para recobrar las energías.

EL CHOCOLATE
Es una adicción para la mayoría de personas debido a ciertos ingredientes estimulantes como la cafeína y la teobromina, extraída del cacao. Su sabor agradable y cálido hace que sea uno de los más consumidos.

LA COMIDA CHATARRA
Una investigación del Instituto de Investigación The Scripps demostró que la comida rápida tiene propiedades adictivas al igual que las drogas. Su consumo sin límites produce placer y provoca respuestas de los neuroadaptadores en el circuito de recompensas del cerebro, desencadenando el desarrollo de la alimentación compulsiva.

LOS POSTRES
Hay una gran variedad de postres adictivos algunos de ellos son el arroz con leche, el suspiro a la limeña, el frejol colado, el pie de limón, etc. Consumirlos hace cambiar de humor a una persona, según señalan algunos estudios.

EL QUESO
Tiene un ingrediente en común con el chocolate: la feniletilamina. Los médicos de Instituto Psiquiátrico del estado de Nueva York atribuyen dicho componente al amor.

Por su parte, un estudio de Laboratorios Wellcome encontró que la leche de vaca, utilizada en la elaboración del lácteo, contiene morfina en pequeñas cantidades y caseína, las mismas que podrían causar la adicción a este alimento.

Fuente:

El Comercio (Perú)

“El problema de la obesidad no pasa por un impuesto a la comida chatarra"

El decano El Comercio y su Santa Cruzada a favor de la comida chatarra y la obesidad infantil...

La nutricionista Milagros Agurto agregó que "estamos fallando en nuestra alimentación en general, el sedentarismo y la inactividad".

El problema de fondo es que en los siglos anteriores (básicamente) desde antes de la II Guerra Mundial, la comida en el planeta era saludable ya que no existía en el mercado la avalancha de productos chatarra que hay hoy en día

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Comida chatarra

MARTÍN ACOSTA GONZÁLEZ @martiacosta
Redacción Online

La comida chatarra se ha convertido en el tema del momento, todo ello a raíz de las declaraciones brindadas por el ministro de Salud, Alberto Tejada, quien se mostró a favor de aplicar un impuesto a los alimentos “poco saludables” que se han encargado de elevar los índices de obesidad.

Desde aquella declaración, no han faltado las opiniones de todo tipo, algunos avalando la propuesta del titular de salud y otros como Gastón Acurio y una serie de especialistas, quienes por diversos motivos, creen que esta iniciativa no solucionará el verdadero problema de fondo.

Sin embargo, ¿qué sabemos a cerca de la comida chatarra? El término proviene de la expresión anglosajona junk food, que significa basura y porquería desechable, haciendo referencia a los alimentos que son ricos en grasa, azucares, sodio y calorías y que pueden aportar pocas proteínas, vitaminas y minerales.

NO ES LA SOLUCIÓN
La nutricionista Milagros Agurto señaló que el tema de fondo no está en el impuesto a la comida chatarra. “El problema de la obesidad pasa por otras cosas. No se trata de la comida procesada o ultraprocesada, sino que estamos fallando en nuestra alimentación en general, el sedentarismo y la inactividad”, comentó la especialista en declaraciones a elcomercio.pe.

“Es obvio que la comida con altos niveles de grasas, sal, condimentos o azúcares será más perjudicial para la salud. Pero el problema está en el abuso de estos productos. Una hamburguesa o un pollo están bien para darse un gusto pero no podemos hacer de eso un estilo de vida”.

Agurto señaló que “se necesita una comida balanceada, donde estén presentes todos los alimentos. Uno no puede decir que come sano si solo ingiere algunas frutas. Es necesario que comamos de todo, en forma balanceada para tener una nutrición ideal”.

COMIDA PERUANA
“La comida peruana en exceso también genera sobrepeso, pero es imposible que se le ponga impuesto. Muchos turistas vienen y luego de un tiempo acá terminan gordos”. Añadió que toda alimentación irresponsable generará problemas de salud.

“El pollo a la brasa puede tener igual o más grasa que las hamburguesas, pero acá no hay coherencia. El anticucho es también pura grasa y colesterol, y el suspiro a la limeña que es un shot de azúcar directo a la vena. Pero eso no lo vamos a comer todos los días”.

Recomendó a las autoridades sincerar la información. “El Perú está acostumbrado a vivir en una cultura represiva, lo mismo sucedió con el cigarro y el alcohol. Esto debe acompañarse de una fuerte campaña de información y que no se tome el impuesto como gran solución”.

PROBLEMA DE FONDO
“Al igual que la desnutrición, que reposa sobre las inequidades sociales (falta de trabajo, violencia familiar, mujeres violentadas). En la obesidad, la punta del iceberg no es la comida chatarra, el impuesto no soluciona mucho”, señaló la especialista quien agregó que hay temas sociales que no se están tomando en cuenta.

Por ejemplo dijo que los niños y adolescentes crecen en una sociedad en la cual los padres trabajan y dejan solos a sus hijos. Ellos no hacen ejercicios, comen cosas que le gustan y que no son nutritivas. “Eso produce obesidad. Se pretende sustituir el tiempo con regalos y comida”.

“Bajo ese criterio hay que clavarle un impuesto al televisor y a la computadora que hace que nuestros chicos sean sedentarios y no hagan ejercicios”, finalizó.

Fuente:

El Comercio (Perú)

Perú: Cuáles son los productos que pagarían el impuesto a la comida chatarra

El decano El Comercio y su Santa Cruzada a favor de la comida chatarra y la obesidad infantil...

El viceministro de Salud, Enrique Jacoby, señaló que “los productos naturales” como el “pollo a la brasa” no estarán sujetos a esta medida.

Comida chatarra

MARTÍN ACOSTA GONZÁLEZ @martiacosta
Redacción Online

Las hamburguesas son el ícono de la comida chatarra. Un título que se han ganado a puro pulso gracias su poco aporte proteico y a su abundante carga calórica. Sin embargo, al compararla con otro tipo de platillo, como un pollo a la brasa, parecería que ambos son igual de dañinos para la salud, si son consumidos en exceso.

Pese a ello, nuestro popular pollo a la brasa estaría excluido del polémico impuesto que acaba de proponer el Ministerio de Salud. ¿Razón? Según el viceministro de Salud, Enrique Jacoby,” los productos naturales enteros, como el pollo no sufren modificaciones exageradas, ni son ultraprocesados, ni emulsificados, ni producido con aditivos abundantes”, comentó al elcomercio.pe.

Ello nos hace pensar en una nueva pregunta: ¿Qué considera el Ministerio de Salud como comida chatarra y qué productos estarán sujetos a este impuesto ?

QUÉ SÍ Y QUÉ NO
Según un documento de la Organización Panamericana de la Salud, son considerados alimentos chatarra aquellos productos que en 100 gr no excedan los 5 gr de azúcar, 1.5 gr de grasa saturadas o 30 miligramos de sodio. Además de ello no deben poseer grasas trans. Ello infiere que no deben ser sometidos a ultraprocesos, emulsificaciones, ni elaborados con abundantes colorantes ni aditivos”.

Los productos más cuestionados son los snacks, las gaseosas y los jugos con colorantes, que sí o sí estarán sujetos a este popular impuesto ¿Qué pasará con las hamburguesas? En principio el Ministerio de Salud informó que recogerá muestras de los productos que se ofrezcan en restaurantes y fast food, para después de un análisis saber si califican como saludables o no.

Del mismo modo, el viceministro señaló que otros productos como los cereales, leche, pescado, carnes, huevos y semillas también estarán exentos de esta medida. “Los picarones o el suspiro a la limeña consumidos en exceso también son dañinos pero a ellos no se le aplicará ningún impuesto porque no califican. Sabemos de qué están hechos”, comentó.

“En el caso de estos platillos solo vamos a sugerir que consumidos de forma continua y desmedida también resultan peligrosos para la salud. Sin embargo, hay una gran diferencia entre unos y otros: la comida chatarra es una especie de Frankenstein, una cosa inventada, que se elabora con diferentes productos artificiales, saborizantes y resaltadores de sabor. Si nos preguntamos de qué están hechos no sabríamos qué responder”.

PRIMERA PARTE DE LA CAMPAÑA
Jacoby resalta que el impuesto por sí solo no acabará con el problema de obesidad pero ayudará a disminuir el consumo de estos productos indeseables. “Esto irá acompañada de una serie medidas para promover la actividad física y una correcta alimentación”, comentó.

Según señaló la propuesta será estudiada por un grupo de congresistas para ver su factibilidad y a partir de ahí empezar una iniciativa legislativa, que deberá pasar por el Congreso o será sujeta a un debate público entre las partes interesadas.

Fuente:

El Comercio (Perú)

La comida chatarra: exceso de grasas y de polémicas en el mundo

Mientras que en el Perú recién se inicia el debate, algunos países hay medidas para controlar su consumo y han creado una legislación especial sobre el tema.

Hamburguesas

MARTÍN ACOSTA GONZÁLEZ @martiacosta
Redacción Online

Esta semana ha estado dominada por una polémica: la comida chatarra y la posible aplicación de un impuesto especial a su producción y consumo. Mientras algunos se muestran a favor de esta medida, otros la señalan solo como una parte de la solución, que debe estar acompañada de una campaña que incluya una adecuada educación alimenticia desde temprana edad y también un mayor régimen de ejercicios en los colegios.

Mientras en el Perú recién empieza este debate de ideas, otros países ya han mostrado avances en la reducción de los índices de obesidad, apelando a una estrategia integral de salud que en muchos casos incluyó la posibilidad de aplicar el polémico impuesto.

La propuesta no es nueva y, haciendo un breve repaso, Chile, Bolivia, México y Brasil son algunos de los países que han puesto en debate el asunto. Estados Unidos, el país que más identificado está con este tipo de comidas, también planteó medidas para disminuir el consumo de hamburguesas y pollo frito, sobre todo en niños. En Europa la reacción ha sido más enérgica: Dinamarca y Hungría aprobaron en tiempo récord un impuesto especial no solo a la comida, sino a los insumos que sirvan para elaborar estos productos.

A continuación te presentamos un recuento de polémicas, impuestos y sanciones que algunos países aplicaron a la comida chatarra.

EE.UU.
Estados Unidos tiene uno de los índices de obesidad más altos en el mundo. Por esa razón, no es extraño que se hayan presentado iniciativas de todo tipo para disminuir el sobrepeso.

En marzo del 2010, el estado de Carolina del Norte, propuso un impuesto del 18% sobre productos no saludables, lo que provocaría un descenso de 56 calorías por persona al día en ese país, y que permitiría bajar en 2,27 kilogramos el peso de cada consumidor y reducir considerablemente su riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la obesidad”. Sin embargo, el documento no fue aceptado por el senado norteamericano.

El California, una mujer demandó a McDonald’s aduciendo que la cajita feliz violaba con sus avisos las leyes de protección a los consumidores. Por esa razón, los combos para niños se aligeraron en calorías e inclusive se les añadió una fruta para hacerlo “nutritivo”.

Según informó McDonald’s, la nueva versión de la Cajita Feliz en América Latina estará compuesta por cuatro alimentos, con la adición de una fruta fresca, que variará con la estación del año.

La abanderada de la buena alimentación es Michelle Obama, pese a eso tiene el su esposo Barack Obama a su principal reto. Como se sabe, el presidente de Estados Unidos es un fanático de la comida chatarra.

MÉXICO
Estar al lado de Estados Unidos ha complicado de alguna manera la nutrición de los habitantes del país azteca. El ingreso de marcas americanas de fast food y su propia gastronomía han hecho que México ocupe el quinto lugar en obesidad infantil.

México ha destinado sus esfuerzos a tres rubros: controlar la publicidad de estos alimentos y controlar la estrategia de promoción de las empresas, la posibilidad (planteada en 2010) de establecer un impuesto especial y que este año se pondrá a discusión; y una adecuada política de alimentación en los colegios con un tema de quioscos saludables.

CHILE
En 2010, dos diputados chilenos (tras la propuesta del ministro de salud), se mostraron de acuerdo en aplicar un impuesto de 20% a aquellos alimentos que se les aumente sodio, como pollos crudos o golosinas.

La situación es muy parecida a la que hoy vive el Perú. Los ciudadanos no creen que esta sea la verdadera solución, sobre todo porque no se ha definido con claridad qué productos sí estarían sujetos a la medida.

“Una medida así aumentaría mucho nuestros costos”, dijo la gerenta de márketing de la cadena KFC en Santiago, Sandra Devillaine. “Si queremos combatir la obesidad, podemos fomentar el ejercicio o educar a la gente, pero no restringir qué comemos”.

EN BRASIL
La Fundación de Defensa del Consumidor de Sao Paulo impuso una multa de 3,19 millones de reales (unos 1,77 millones de dólares) a la cadena de hamburgueserías McDonald’s por incluir juguetes en sus menús infantiles.

El órgano consideró que entregar juguetes en el “happy meal” (cajita feliz) induce a formar hábitos alimentarios perjudiciales a la salud.

EN EL PERÚ
La Encuesta Global de Salud Escolar 2010, realizada por el Ministerio de Salud, señaló que el 20% de escolares de entre 13 y 15 años en el Perú presenta sobrepeso, mientras que el 3% padece de obesidad.

Asimismo, el 54% de alumnos peruanos confesó haber consumido gaseosas una o más veces por día en el último mes. Por esa razón, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) propuso que se prohíba en todos los quioscos de las escuelas del Perú la venta de comida chatarra.

Otro importante dato es que el 28,6% de los estudiantes prefiere pasar tres o más horas al día realizando actividades sedentarias como ver televisión, jugar en la computadora o estar conectado a Internet.

Diversos especialistas han señalado que esta medida es positiva pero debe acompañarse de una campaña integral de salud, donde la nutrición y los ejercicios sean también un bastión importante.

PUESTA EN PRÁCTICA
Dinamarca y Hungría son dos de los países que han decidido aplicar el impuesto a la comida chatarra. En el primero, incrementando el precio todos los alimentos con alto contenido en azúcar, sal, hidratos de carbono o grasa. La norma busca, además, destinar esta sobreganancia al Sistema Nacional de Salud. De esta forma, el gobierno húngaro espera recaudar unos 111 millones de euros

Por su parte, Dinamarca implementó un “impuesto a grasas” sobre productos como mantequilla y aceite, a fin de elevar la expectativa de vida en el país escandinavo. El impuesto es de 16 coronas (2,9 dólares) por kilogramo de grasas saturadas en un producto.

Fuente:

El Comercio (Perú)

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