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20 de agosto de 2019

Así muríó el Inca Huayna Cápac

Al parecer no murío de una enfermedad llegada de Europa. Murió envenenado.


Cuando el inca Huayna Cápac agonizaba en Quito, Ecuador, los españoles llegaban a costas peruanas. La muerte lo alcanzó sin haber podido saber más de esos extraños que arribaban por mar. Murió de una enfermedad que le producía fiebres altas y alucinaciones. La historia oficial menciona la viruela, el sarampión u otro mal similar, como causa de su deceso. Pero aparentemente no fue así.

El investigador alemán Stefan Ziemendorff ha profundizado en una versión sobre la muerte del inca que figura en unos documentos del siglo XVI, descubiertos hace más de medio siglo en la Biblioteca Nacional del Perú por el historiador Waldemar Espinoza Soriano. En ellos se afirma que Huayna Cápac –gobernante del imperio más poderoso de la América precolombina– murió por la ingesta de hierbas venenosas que le había enviado el curaca chachapoya Chuquimis.

Esos documentos antiguos son conocidos como los 'Manuscritos de Chuquibamba', y fueron escritos entre 1572 y 1574. Son de una disputa jurídica por la sucesión en el curacazgo de Cochabamba y Leymebamba. Reposaban en el registro municipal de Chuquibamba, Amazonas, y luego de varios avatares llegaron a la BNP en los años 60.

"Si bien esta versión –la del envenenamiento– ha sido citada frecuentemente, especialmente en la bibliografía sobre los antiguos Chachapoyas, hasta la fecha no se ha efectuado una revisión crítica de esta teoría, rechazándola o confirmándola", dice Ziemendorff en una de las páginas de su investigación: "Revisión de argumentos respecto al hipotético asesinato del inca Huayna Cápac", publicada en 2016. Para suplir esa carencia, él revisó documentos históricos, recogió testimonios y apeló a varias fuentes. Concluyó que el veneno es la razón más probable de la muerte del Inca.

Conozca esta fascinante historia en: La República (Perú)
 

5 de mayo de 2019

Chanan Cori Coca: La valiente mujer que detuvo a los Chankas en defensa del Imperio

Poco narrada es la historia de Chanan Cori Coca, la legendaria mujer que ayudó a Pachacútec y a los guerreros de piedra a defender el Cusco. Rescatarla del olvido es el mejor tributo para quien también debemos parte de nuestra herencia histórica. 


El sol incendiaba el cielo serrano al unísono de las huacas clamando. Un ejército de 250 mil guerreros esperaba cual hormigas tras un panal la rendición del Cuzco acéfalo de reyes por la dimisión de Huiracocha Inca y el heredero al trono Inca Urco. En lo alto, un joven y valiente Cusi Yupanqui se enfundaba en armas para lo que sería la batalla que lo llevaría a convertirse en leyenda, en "El que cambia el mundo".

Enterados de tal osadía, los Chankas marcharon desde múltiples flancos para asolar todo vestigio Inka a su paso. Lo que el destino les tendría preparado no podrían haberlo previsto ni en la peor de sus pesadillas. Muy tarde advirtieron que al llegar al barrio conocido como "Chocos-Chacona" se encontrarían bajo el manto del terror de Chanan Cori Coca, la decapitadora, quien liderando un enardecido tropel hizo retroceder hasta al más fiero invasor hacia el sur.

Como cuenta en sus crónicas Pedro de Sarmiento, Chanan Cori Coca peleó "varonilmente" (aunque actualmente sabemos que eso no es requisito para luchar por los tuyos) al punto no solo de hacer retroceder a sus enemigos, sino también hacerlos desmayar en su huida. Incluso un cuadro en el Museo de la Universidad de San Antonio de Abad la muestra sosteniendo la cabeza de un abatido general Chanka frente a su cuerpo inerme.

En tanto, este retraso en el avance de los Chankas fue aprovechado por Cusi Yupanqui, ahora Inka Pachacútec, quien inició un contragolpe letal que terminó con toda esperanza de invasión en la brutal batalla de Yawarpampa (campo de sangre). Desde entonces y para siempre quedaría en la memoria del hombre andino el recuerdo heroico de Chanan Cori Coca, la dama que aplacó el avance de un ejército con sus propias manos en defensa del milenario imperio.

Otra de las leyendas narra que Chanan Cori Coca era en realidad una huaca (lugar sagrado) descendiente de los Pururaucas. Los Pururaucas fueron los míticos guerreros sobrenaturales de piedra que ayudaron en la guerra por la defensa del Cuzco al Inka Pachacútec. Entre ellos, la más feroz habría sido Cori Coca, quien sin ninguna ayuda pudo contrarrestar a cualquier hueste que se le acercara. Toda una mujer de leyenda que todos deberíamos conocer.

Lo que la Historia narra de ella

Con todo, se sabe ahora que Chanan Cori Coca era probablemente descendiente de la casta de Pacaritambo, el mítico lugar de origen de los Inkas. Está bien documentado que los Inkas de los alrededores de Pacaritambo fueron representados también por un ayllu suyo en el Valle del Cusco. Aun hoy, pueblos del actual Pacaritambo en Paruro, Puno, renuevan sus votos reparando el camino que los conecta con el Cuzco.

Fuente: La República (Perú)
 

17 de marzo de 2019

De inca a faraón: el profesor que se disfraza de personajes históricos para dictar clases en Cusco

Juan Ebert Quispe Aguilar se ha ganado la admiración de los alumnos por sus singulares clases de historia en las cuales interpreta a personajes como Manco Cápac y el faraón Ramsés.


Juan Ebert Quispe Aguilar ejerce desde hace cinco años la docencia en colegios públicos y privados de la región Cusco y lo hace de un modo singular, vestido de inca, faraón, hombre prehistórico y hasta presidente de la República para dictar sus clases.

Juan es natural de la provincia de Canchis y estudió la carrera profesional de Historia, en la Universidad Nacional de San Antonio Abad de Cusco. Los padres de familia lo han bautizado como el ‘Peregrino de la Historia’, porque en sus tiempos libres viaja a comunidades alejadas para impartir lecciones de historia.


En diálogo con RPP Noticias, Quispe Aguilar, dijo que la idea de disfrazarse surgió cuando en una de sus clases vio a sus alumnos aburridos y desmotivados. Al día siguiente decidió convertirse en el protagonista de las lecciones. Ahora espera que su metodología se replique en otras partes del país para despertar en los estudiantes un profundo interés por la historia y la cultura.

“Con ustedes el periodo incaico…. así que hermanos y hermanas logren sus objetivos, sé que para estos años, ustedes y mis Apus, disfrutarán de sus éxitos, pero volveré con ustedes para recordarles siempre que tienen que luchar como lo hicieron nuestros incas por sus objetivos, me despido pero volveré con más historias del periodo incaico”, les dice a sus estudiantes vestido con traje inca.

En la actualidad enseña en un colegio privado en la provincia de Anta, viaja por una hora diaria desde Cusco para enseñar a escolares de nivel secundario, aunque eventualmente se da un salto por salones de primaria.

El director del colegio, Domingo Ariza Rojas, dijo que fue complicado contactar con el profesor para que enseñe en el colegio Elíseo Ccorahua y aplaudió su modo pedagógico.

Fuentes:

RPP

Ojo

15 de abril de 2018

Por qué los collaguas y cabanas del Perú, deformaban las cabezas de los bebés para que tuvieran forma de cono

Hubo un tiempo en que nacer en la tierras altas o bajas del valle del Colca, en lo que hoy es el departamento de Arequipa, al sur de Perú, determinaba la forma de la cabeza de los bebés.

Entre los años 1100 y 1450, las familias de los dos grupos étnicos predominantes en esta región andina, los collaguas y cabanas, modificaban el cráneo de los recién nacidos usando vendajes con telas y hasta maderas.

Pero lejos de ser una simple cuestión estética, esta práctica tuvo consecuencias sociales y políticas a tal punto que podría haber cambiado el vínculo de estas antiguas civilizaciones con el imperio inca que llegaría a dominar la región.


"Antes de mi estudio contábamos mayormente con los reportes de los españoles de la época colonial", le dijo a BBC Mundo el antropólogo estadounidense Matthew Velasco, docente e investigador de la Universidad Cornell de Estados Unidos.

Su trabajo, publicado este mes en la revista científica Current Anthropology, develó que lo que se creía era un marcador étnico exclusivo de los collaguas fue en verdad "una práctica mucho más dinámica, que se transformó a través del tiempo", explicó Velasco.

Porque lo que en un principio servía para distinguir a los collaguas de los cabanas, terminó uniéndolos contra los invasores incas.

De dos formas

Los collaguas vivían en la zona alta del valle del Colca, hablaban aymara y se especializaban en la crianza de alpacas para extraerles la lana. 

Según documentos coloniales de la época, los collaguas vendaban los maleables cráneos de los bebés para darles una forma alargada y estrecha.

El objetivo, detallaban los cronistas españoles, era que las cabezas tuvieran una forma similar al volcán Collaguata, considerado el lugar de origen mítico de esta etnia.

Los cabanas, en cambio, hablaban quechua y cultivaban maíz en las fértiles tierras de la zona baja del valle.

Estos daban a los cráneos de los infantes una forma más achatada y amplia presionando el lado posterior de la cabeza. "Probablemente usaban placas de madera (es decir, materiales más duros) para conseguir esta forma", detalló Velasco.

Al analizar cientos de restos óseos humanos de múltiples tumbas en el valle del Colca, Velasco descubrió que antes del 1300 la mayoría de las personas no presentaban modificaciones en las cabezas. 

La práctica, observada en solo 39,2% de los cráneos, pasó a representar el 73,7% luego de dicha fecha.

Pero esto no es todo: con el paso del tiempo, la forma cónica comenzó a predominar.
Esta creciente homogeneidad en las formas de cabezas contribuyó a la creación de una nueva identidad colectiva "que pudo haber reforzado los lazos sociales entre élites durante un tiempo de mucha guerra y fragmentación social", dijo Velasco.

El artículo completo en:

BBC Ciencia

28 de julio de 2017

Quipus: el lenguaje de los nudos

Un estudio recientemente publicado por la Universidad de Chicago parece confirmar una sospecha de siglos:  los quipus fueron un sistema de escritura.

Pasa los dedos por los pelajes de vicuñas, alpacas, guanacos, llamas, venados y vizcachas, finamente trenzados en una serie de pendientes de múltiples colores anudados a un cuerpo central. Se encuentra en San Juan de Collata, centro poblado del distrito de San Antonio de Chachlla, en la misma provincia de la sierra limeña de la que obtendríamos uno de los manuscritos más valiosos sobre los ritos y mitos de los andes prehispánicos: Huarochirí.
Los encargados de cuidar los quipus, que se conservan en la misma caja que manuscritos españoles que datan del siglo XVI en adelante, insistieron en que no se pusiera guantes. Tenía que sentir la diferencia en la textura, además de los colores. “Es un lenguaje de animales”, le dicen a Sabine Hyland, doctora en antropología por la Universidad de St. Andrews, mientras sus dedos se detienen en una bolsita de un blanco cremoso, vacía, al extremo de uno de los pendientes. Le dicen que esa marca designa que quien “escribía” era el jefe de un ayllu, que era una muestra de su pañuelo distintivo. Sí, "escribía": al igual que Guamán Poma en su Primer nueva corónica y buen gobierno, que contaba cómo en el Imperio incaico los chasquis llevaban los mensajes que les encomendaban en forma de quipus, los pobladores estaban convencidos de que eran cartas. Pero, así como a través de generaciones de represión los pobladores de Collata han olvidado el quechua, también han olvidado cómo leer estas cartas. Queda, sin embargo, en la memoria del pueblo que estos quipus fueron creados en el siglo XVIII, en el contexto de una rebelión andina rápidamente silenciada.

* * *
La idea de los quipus como un sistema análogo a la escritura no es nueva. Se remonta no solo al texto de Guamán Poma, sino a los registros de muchos cronistas españoles. Entre ellos se cuenta José de Acosta, quien sostuvo en su Historia natural y moral de las indias, publicada en 1589, que “cuanto los libros pueden decir de historias, y leyes, y ceremonias y cuentas de negocios, todo eso suplen los quipos tan puntualmente, que admiran”. Sin embargo, las investigaciones de los especialistas tenían la contundencia de esta afirmación como una posibilidad difícil de probar, y solo podían descifrar con seguridad quipus pertenecientes a la última categoría: la de cuentas de negocios.
Investigadores contemporáneos como Chris Given-Wilson han insistido en la cualidad puramente nemotécnica de los quipus, señalando que se trata de un sistema de notación numérica. Given-Wilson señala que solamente los que creaban el quipu sabían qué estaban designando esos números. Aunque ya en el 2005 los antropólogos Gary Urton y Carrie Brezin habían identificado algunas series de cuerdas que podrían designar sustantivos, insistían en que estas eran solo designaciones útiles en lo que eran, sobre todo, “libros” de contabilidad.
Esta tendencia resultaba, hasta ahora, comprensible: los especialistas trabajaban con quipus que contaban, a lo mucho, con 12 tipos de cuerdas distintas, con patrones fácilmente deducibles y reconocibles, como eran los estudiados hasta ahora por la propia Sabine Hyland. Pero luego, gracias al apoyo de National Geographic, Hyland pudo tocar una tarde del 2015 los quipus de Collata. En el avance de su investigación, publicado hace poco más de un mes en la revista Current Anthropology de la Universidad de Chicago, lo comprueba: estos quipus son distintos. Tienen un total de 487 cuerdas, en las que se repiten 95 tipos distintos de trenza, diferenciados por la dirección del tejido, su color y su textura (el pelaje del animal del que proviene). Estos 95 tipos de trenza se combinarían de forma parecida a los ideogramas chinos: en sí mismos representan una palabra o un sonido, pero al ser “leídos” con las cuerdas de los costados, forman nuevas palabras. Es decir, estamos ante un sistema de escritura.
Las investigaciones de Hyland son sugerentes y podrían abrir un nuevo camino en el estudio de las tradiciones textuales andinas. Hasta ahora todos los textos con los que contamos han sufrido, de una forma u otra, la mediación española, lo que ha implicado variables niveles de adecuación al discurso español. Por ejemplo, el manuscrito de Huarochirí (popularizado por José María Arguedas en su traducción del quechua como Dioses y hombres de Huarochirí) fue un encargo del presbítero Francisco de Ávila para hacer más efectivo el proceso de extirpación de idolatrías. La Nueva corónica de Guamán Poma iba dirigida al rey español para mejorar las condiciones de la colonia.
Sin embargo, debe recordarse que estos quipus fueron producidos en el siglo XVIII, y podrían haber sido influidos por la llegada de los españoles y su sistema de escritura. E, incluso en el caso de que los quipus producidos en el incanato utilizaran el mismo sistema, no debe olvidarse las quemas de quipus que se realizaron durante la conquista. Con lo que se sabe ahora, podría haberse tratado, tristemente, de la quema de una Biblioteca de Alejandría andina.

Fuente:

30 de diciembre de 2015

¿Y los descendientes de los emperadores inca?

¿Y los descendientes de los emperadores inca? 

Eugenia Chukiwanka

Eugenia Chukiwanka es la única biznieta viva del último cacique de Azángaro.

Eugenia Chukiwanka, es una mujer de estatura pequeña, muy vital y de fácil conversación. A sus perfectos 90 años, también está llena de recuerdos.

“Mi padre luchaba por los derechos de los indios y hasta cambió la manera cómo se escribe nuestro apellido”, me dijo cuando conversamos durante una reciente visita a Puno, al borde del Lago Titicaca.
Doña Eugenia no sólo es la única hija viva del líder indigenista puneño Francisco Chukiwanka, sino una descendiente directa del emperador inca Huayna Cápac. Y es con ella que esta historia empezó a develarse.

En Perú debe de haber miles de personas que descienden de los antiguos emperadores incas pero nadie hasta ahora lo ha probado.

Los Choquehuanca, en cambio, (forma tradicional de escribir el apellido) son los únicos que conocen de manera incuestionable su linaje imperial. Un linaje que cubre los últimos 500 años.


16 de diciembre de 2015

Un niño de 7 años asesinado por los incas da pistas sobre el poblamiento de América

El ADN de un chico sacrificado a 5.300 metros de altura en el Aconcagua hacia el año 1500 confirma que los primeros americanos llegaron al continente hace unos 15.000 años.


Momia del niño inca sacrificado en 1500
 


Un día alrededor del año 1500, un grupo de personas debió de ascender por las faldas de la cumbre más elevada de América, el Aconcagua, en la actual Argentina. Eran incas y llevaban consigo a un niño de 7 años elegido por su belleza y su buen estado de salud. La comitiva, por una ruta escarpada, alcanzó los 5.300 metros de altura. Y allí, rodeados de hielo y riscos, presumiblemente acabaron con la vida del niño de un golpe en la cabeza.

Casi cinco siglos después, el 8 de enero de 1985, cinco montañeros argentinos se toparon con un montón de huesos y plumas asomando en los hielos del Aconcagua. Pensaron que era el cadáver de un cóndor, pero era aquel niño inca. Estaba vestido, con adornos de plumas, y enterrado con seis estatuillas de hombres y de llamas talladas en oro y conchas de moluscos.

Tres décadas después de su hallazgo, el niño sacrificado a los dioses incas vuelve a hablar. Un equipo dirigido por el genetista Antonio Salas, de la Universidad de Santiago de Compostela, ha leído su ADN y lo ha comparado con una base de datos de 28.000 genomas. Sus resultados muestran que el niño perteneció a un linaje humano que se formó hace unos 14.300 años y que ya no existe sobre la faz de la Tierra. La investigación respalda los últimos estudios genéticos con americanos actuales y esqueletos ancestrales, que sostienen que los primeros humanos que pisaron América lo hicieron hace 15.000 años desde Siberia.



La momia del Aconcagua. / SCIENTIFIC REPORTS

El grupo de Salas no ha leído el genoma nuclear, el libro de instrucciones presente en el núcleo de cada una de nuestras células, sino el ADN residual que existe en las mitocondrias, las pilas que dan energía a las células. El ADN mitocondrial se hereda de madres a hijos y es muy útil para averiguar si dos personas están emparentadas. “El linaje de este niño entró por el norte de América, evolucionó y desapareció, lo cual no es sorprendente, porque la mayoría de los incas murió tras su contacto con los europeos, por enfermedades como el sarampión, la gripe, la viruela o la difteria”, explica Salas.
Los científicos pueden reconstruir el pasado comparando genomas, de la misma manera que es posible ordenar cientos de biblias manuscritas por orden cronológico fijándose en sus erratas acumuladas. En julio, otro equipo liderado por el genetista Eske Willerslev, de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), concluyó que los primeros americanos proceden de un grupo que partió hace 23.000 años de Siberia y se quedó aislado durante 8.000 años en Beringia, una lengua de tierra hoy inundada entre Rusia y la punta noroccidental de América.

“Toda la variedad genética americana surge de la incubación en el estrecho de Bering [la antigua Beringia] y entró en varias oleadas. El linaje madre del niño inca data de hace 18.300 años y el de la momia es una rama”, detalla Salas. Es la primera vez que se lee el genoma mitocondrial entero de una momia americana, según afirman los autores en su estudio, publicado hoy en la revista Scientific Reports.

Los investigadores, entre los que también se encuentra el pediatra Federico Martinón Torres, del Hospital Clínico Universitario de Santiago, han utilizado una pequeña muestra tomada en su momento del pulmón del niño. La momia completa “sigue custodiada por la Universidad Nacional de Cuyo, congelada a -20 grados, pero su lugar concreto es un secreto”, señala Salas.

El siguiente objetivo de los investigadores es analizar el genoma entero de la momia y, sobre todo, su microbioma: el ADN de los microorganismos que vivían en el interior del niño y que pudieron modificarse con la llegada de los europeos y sus enfermedades.
El niño inca, conocido en Argentina como “la momia del Aconcagua”, fue sacrificado en la Capacocha, una ceremonia inca que consistía en hacer ofrendas al Sol en la época de las cosechas o al soberano del Imperio en caso de enfermedad. En el ritual se podían ofrecer objetos o sacrificios humanos, de niños sanos y bellos destinados a transmitir su energía al Inca.
Tomado de:
El País

23 de junio de 2015

Se descifra la escritura Inca en los signos de los Tocapus

- La antropóloga Gail Silverman revela sus hallazgos de más de 30 años de investigación.
Por Victor Alvarado
22 de junio, 2015.- La antropóloga estadounidense Gail Silverman presentó el jueves 18 de junio a las 7 p.m. en una audición de Radio Filarmonía los tomos 1 y 2 de su obra “Los signos del Imperio”, en el que revela sus hallazgos sobre lo que ella llama la escritura pictográfica de los Incas, resultado de más de 30 años de investigación en las comunidades quechuas del Cusco, que aún mantienen vivo el legado idiomático del Tahuantinsuyo. La obra fue comentada por los estudiosos Alberto Benavides Ganoza y Róger Ravines. A continuación la entrevista exclusiva que le hizo Víctor Alvarado a la investigadora.
- Dra. Silverman, luego de los hallazgos hechos por usted y que están expuestos en su libro “Los signos del Imperio”, considera que la escritura inca fue pictográfica?
Por los datos que tengo actualmente, parece que es una escritura pictográfica porque el signo se refiere al referente, por ejemplo el damero en negro y blanco significa la mazorca del maíz del mismo color, porque tanto el damero como la mazorca tienen la misma forma geométrica.
- ¿Si es así con que escritura antigua del mundo es comparable o subsidiaria?
Todas las escrituras del mundo han empezado desarrollando un sistema de signos basado en formas geométricas que se encuentran en la naturaleza o en formas concretas hechas por el ser humano.
- Usted, alguna vez ha dicho que muchas ideogramas incas tienen semejanzas o están emparentados con los de la antigua cultura china Explique este hallazgo.
Voy a dar dos ejemplos de signos incas y chinos. Primero, en chino el ideograma shan expresa la montaña en la forma de tres triángulos, en la que la del medio es más alta. En el caso del signo inca, se trata de una serie de triángulos para decir orqokuna o las montañas. El segundo ejemplo es más interesante, se trata del tocapu 11 de la lista de Barthel y decorado la túnica inca de Dumbarton Oaks (1). El signo inca se dice pilpintu o sea la mariposa y en china, gege, el hermano mayor.

Legados

- ¿Qué tan cerca o tan lejos estamos de conocer el cuerpo completo de la escritura de los incas? ¿Cuánto es lo que conocemos? ¿Acaso un 10, 20, o 30%?
Primero necesitamos saber la categorización de los signos incas localizados en los soportes como metal, madera, cerámica, muros exteriores de adobe, lo que nos lleva a buscar más ejemplos en los museos y colecciones privadas para empezar a saber cuántos tocapus o signos inca hay. Estamos en una tarea que recién comienza.
- ¿Qué cronistas nacionales e internacionales anteriores a su investigación han caminado por su misma ruta de investigación y respaldarían sus hallazgos?
Hay por lo menos cuatro cronistas que dibujan, nombran y describen varios signos incas. Estos son Felipe Guamán Poma de Ayala en su Nuevo Crónica, quien nos dibuja la rejilla, los triángulos en series, cuadros dentro de cuadros, etc.; Segundo Ávila, describe los tocapus 22, 23 y 24; y el Padre Martin de Murúa nos ha dejado instrucciones para tejer un motivo cuatripartito de cuatro colores para ser llevado por la coya durante la cosecha del maíz en el Cusco. Esta instrucción confirma mi decodificación del damero en el maíz. Y finalmente el cronista Santa Cruz Pachacuti que nos han dado el gancho como canal de irrigación y cuadros encima de cuadros como ancestros.
- Usted ha llegado a identificar 13 motivos de la comunidad campesina quechua hablante de Q´ero que tienen paralelo con los motivos inca ¿Cuándo usted dice “motivos” está diciendo signos escriturales? Si es así cuántos motivos faltaría conocer o de cuántos motivos estaría conformado el legado escritural inca?
No podemos contestar ahora a esta pregunta.

Algunos signos

- Según la tesis de su libro, su hallazgo de 10 sufijos, 6 afijos, 5 sustantivos de edificios y 7 geográficos, fundamentan la existencia de una escritura inca. ¿Esos hallazgos tácitamente significan que hay otro tanto más de sufijos, afijos y sustantivos que faltaría conocer?
Cuando tengamos más nuevos signos incas, podríamos establecer definitivamente la escritura y sus partes gramaticales.
- Para nuestros electores podría traducir los dos o tres signos que usted ha descubierto que confirman la existencia de una escritura inca?
Sí, por ejemplo existen tres signos tejidos en las esquinas inferiores de la túnica de Dumbarton Oaks. Un panel negro, líneas curvadas y el damero que se leen como un terreno negro sin cultivos, los surcos, a las semillas de maíz negro y blanco. Otro es el signo de las acllas (mujeres que servían al inca) con el sitio provincial de su probable residencia.
- ¿Tiene pendiente nuevas revelaciones sobre la escritura de los incas?
Estoy alistando el tomo 3 de mi serie “Los Signos del Imperio”, en donde muestro los signos ocultos en telas incas y de los Q’ero.
Nota:
(1) La túnica inca en referencia pertenece a la Colección Precolombina del Instituto Dumbarton Oaks con sede en un barrio de Georgetown, en Washington, EE.UU.
Fuente:

13 de julio de 2014

El camino Inca: un patrimonio de la humanidad en peligro

    Camino del Inca

    La ruta que parte de la costa central y se eleva hasta la cordillera es una de las menos conocidas en Perú.
    El sendero es estrecho, el viento golpea fuerte y la altura subordina el equilibrio. Sobre lo alto de estos cerros de la costa central de Perú, a solo dos horas de Lima, se construyó uno de los tramos más complejos del Qhapaq Ñan, o Camino Real Inca.
    Los 230 kilómetros de este sector que une Lima con los Andes centrales representan apenas una pequeña parte de los 50.000 kilómetros de toda la red vial inca, que esta semana fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
    El Qhapaq Ñan conectaba estratégicamente los actuales territorios de Perú, Ecuador, Colombia, Chile, Bolivia y Argentina. Su nominación ante la Unesco, presentada por los seis países andinos en un solo expediente técnico, demandó casi una década de trabajo.

    La ruta que parte de la costa central y se eleva hasta la cordillera es una de las menos conocidas en Perú y constituye uno de los mejores ejemplos del dominio inca sobre la geografía.
    En sus curvas hay que caminar despacio y no mirar abajo.

    Camino en peligro

    Arriba apenas se escucha el rumor del río Lurín, que se abre paso a un costado del pueblo más cercano, Nieve Nieve. Pero la quietud que nos da la altura se quiebra abajo, donde el paisaje resume las principales amenazas que enfrenta el Camino Inca en Perú: el desordenado crecimiento urbano y el avance de los cultivos agrícolas.

    Camino del Inca

    Expertos aseguran que el nombramiento de la Unesco contribuirá a la mejora del camino.

    Con el tiempo varios tramos se han vuelto más angostos por el desuso, la destrucción y la falta de mantenimiento.

    Pero hay algo que el tiempo no ha quebrantado del todo: las sólidas estructuras de piedra que sirven de base al camino y desafían sus pendientes.

    Las autoridades del Ministerio de Cultura de Perú aseguran que con la reciente declaratoria de la Unesco se impulsará la protección de varios tramos de la ruta, incluyendo ésta.

    El artículo completo en:

    BBC Ciencia

    30 de junio de 2014

    Unesco reconoció al Qhapaq Ñan como Patrimonio Cultural de la Humanidad

    La ministra de Cultura, Diana Álvarez Calderón, afirmó que esta es una “gran noticia” para el Perú y que las celebraciones serán en Pachacamac por donde pasa parte del Camino Inca

    La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró como Patrimonio Cultural de la Humanidad al Qhapaq Ñan o Camino Inca une seis países de Sudamérica.
    La Unesco destacó que por primera vez en los 40 años de existencia de la Convención de Patrimonio Mundial, seis países se han unido para presentar una postulación de un sitio cultural.

    “Representa un valiosísimo patrimonio común de casi 60.000 kilómetros de extensión”, destacó la Unesco. 

    La decisión fue tomada en la trigésima octava Reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco en la ciudad de Doha, Qatar, donde sus miembros evaluaron el expediente de postulación del Qhapaq Ñan que fue presentado en forma conjunta por Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.

    Al respecto la ministra de Cultura, Diana Álvarez Calderón, afirmó que esta es una “gran noticia” para el Perú y anunció que la celebración de esta distinción se realizará el 25 de junio próximo en Pachacamac.

    “Cusco está con las celebraciones del Inti Raymi y por ello lo haremos en Pachacamac por donde transita parte de este camino Inca”, precisó la ministra en Canal N.

    Afirmó que en el Perú a lo largo del Camino Inca hay 81 sitios arqueológicos y 156 comunidades asociadas a la vialidad del Qhapaq Ñan.
    Tomado de:
    Gestión (Perú)

    La República (Perú)

    31 de diciembre de 2013

    Hallazgo arqueológico podría resolver el misterio de Atahualpa


    atahualpa

    Los arqueólogos han encontrado una formación rocosa en Ecuador que podría pertenecer nada menos que a Atahualpa, el último gobernante del Imperio Incaico.

    “El sepulcro de Atahualpa, ejecutado por los conquistadores españoles, ha sido un misterio. Así que si el nuevo hallazgo resulta ser ese sepulcro podría ser uno de los mayores descubrimientos arqueológicos de la historia”, comparable con la tumba de Tutankamón, comentó a ‘Daily Telegraph’ Benoit Duverneuil, miembro del equipo internacional arqueológico que realiza las excavaciones.

    El hallazgo se produjo en Ecuador, en lo alto de los Andes del Parque Nacional Llanganates. Se trata de una estructura de casi 80 metros de altura, con paredes arregladas en un ángulo de 60 grados, compuesta por cientos de piedras de dos toneladas. “Podría contener las habitaciones y otros montículos que pueden estar cubriendo otras estructuras”, comentó Duverneuil.

    El lugar, creen los investigadores, podría también albergar el perdido Tesoro de Llanganates: una colección de oro y otros objetos de valor que los súbditos de Atahualpa acumularon para pagar a los conquistadores que lo habían capturado. Se dice que Atahualpa prometió a los españoles una habitación llena de varios artefactos de valor incalculable, pero los españoles lo ejecutaron en 1533.


    Tomado de:

    9 de agosto de 2013

    Los incas sacrificaban a sus niños como estrategia militar

    Los restos de alcohol y de coca en tres niños asesinados hace 500 años en un volcán argentino sugieren prácticas brutales para inspirar miedo en los pueblos conquistados por los incas.


    La Doncella, sacrificada a los 13 años en el volcán Llullaillaco. / José Fontanelli
    “…decía la muchacha acaben ya conmigo que para fiestas bastan las que en el Cuzco me hicieron; lleváronla a un alto cerro, remate de las tierras del Inca, y hecho el depósito la bajaron a él y emparedaron viva”. Así, según dejó escrito el sacerdote Hernández Príncipe en 1601, acabó la vida de una virgen del Sol, una mujer elegida por los incas para ser sacrificada en la cumbre de una montaña.

    Durante siglos, estas historias de niños asesinados en los cerros parecían leyendas plasmadas por los conquistadores españoles, hasta que en el siglo XX empezaron a aparecer los cadáveres casi intactos de los pequeños, congelados en las frías cumbres de Los Andes. En 1999, un equipo dirigido por el explorador estadounidense Johan Reinhard se topó en la cima del volcán Llullaillaco, a más de 6.700 metros de altura en el norte de Argentina, con la tumba más alta jamás erigida por el ser humano.

    Allí, sometidos a temperaturas que rondaban los 40 grados bajo cero, se encontraban los cuerpos de un niño y una niña, de entre 4 y 5 años, y un tercer cadáver de una adolescente de 13 años, tan bien conservada después de 500 años que sus descubridores aseguran que parecía dormida. La llamaron La doncella.

    Un equipo internacional de científicos acaba de analizar los restos de aquella chica y sus dos pequeños acompañantes, asesinados en algún momento entre 1480 y 1532, para intentar iluminar las causas de su muerte. Los investigadores han estudiado su consumo de alcohol y de hojas de coca, sustancias habituales en los sacrificios incas, para intentar obtener una nueva perspectiva de sus últimos días.

    Los autores, liderados por el arqueólogo Andrew Wilson, de la Universidad de Bradford (Reino Unido), han estudiado los cabellos de los niños en busca de sustancias químicas derivadas del consumo de coca y chicha, una bebida alcohólica hecha con maíz. Siguiendo los cabellos desde la raíz hasta las puntas, los científicos han podido rastrear la dieta de los niños hasta 21 meses antes de sus muertes.

    El estudio, que se publica hoy en la revista PNAS, muestra que la adolescente de 13 años consumió más hojas de coca y alcohol que los otros dos niños. Su creciente patrón de consumo sugiere, según los investigadores, que la bebida y la coca fueron empleadas para forzar la participación de la niña en la ceremonia que acabó con su muerte. Además, añaden, su cabello muestra un cambio de dieta radical un año antes de su muerte, coincidiendo con su elección como virgen del Sol para ser sacrificada.

    Como explica la experta en arqueología andina Alicia Alonso, de la Universidad Complutense de Madrid, para las culturas precolombinas las montañas eran dioses que protegían a los pueblos. En Los Andes hay unos 200 cerros con restos arqueológicos de rituales religiosos. Uno de estos rituales era la Capacocha, una ceremonia anual en la que se hacían ofrendas a los dioses. “La mayor ofrenda que se podía hacer era un niño, cuanto más bonito mejor, pero no hay que perder de vista el contexto. En Los Andes hay un volcán tras otro. Los incas vivían con un miedo tremendo, tenían que estar bien con sus cerros, que estaban vivos, que eran sus ancestros que los protegían”, señala la investigadora, ajena al nuevo estudio.

    Sin embargo, el equipo de Brown dibuja una realidad más brutal. Los autores relacionan sus hallazgos con “estrategias de control social y legitimación política seguidas por el expansionista Estado inca antes del contacto con los europeos”.

    Tumbas como advertencias

    La tradición de sacrificios humanos y matanzas rituales en la cordillera andina se remonta a mucho antes de que existieran los incas, pero su número y su sofisticación aumentaron coincidiendo con la expansión del imperio a partir de su capital, Cuzco, en el actual Perú. En este contexto, creen los investigadores, la Capacocha, con sus sacrificios de niños en las altas cumbres, tenía también una explicación militar: las tumbas eran advertencias. “La ceremonia fue un despliegue de poder ritual diseñado para inspirar temor y miedo en en los pueblos conquistados, como medio de control social”, opina Emma Brown, bioarqueóloga de la Universidad de Bradford y coautora del estudio de los cabellos de La doncella.

    Desde todos los puntos del Imperio inca se enviaban niños a Cuzco, escogidos por su belleza. Tras una ceremonia en honor a los dioses, volvían a sus pueblos, a menudo situados a meses de camino a pie. Una vez en casa, los niños eran vestidos con sus mejores ropas y se les daba de beber alcohol de maíz en abundancia, antes de meterlos en un pozo bajo tierra en la cumbre de una montaña.

    El Museo de Arqueología de Alta Montaña de Salta (Argentina), que custodia las llamadas momias de Llullaillaco, asegura que “según la creencia inca, los niños ofrendados no morían, sino que se reunían con sus antepasados, quienes observaban las aldeas desde las cumbres de las altas montañas”. Sin embargo, el misionero jesuita español Bernabé Cobo dejó escrito en 1653 que los padres “eran obligados a hacerlo [entregar a sus hijos para el sacrificio] con gestos de felicidad y satisfacción”. Para los autores del nuevo estudio, las palabras de Cobo muestran que el Estado inca había creado “un clima de terror” llenando las montañas de niños muertos.

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    28 de julio de 2013

    El descubrimiento wari en Huarmey cambiará los textos escolares

    El investigador Krzysztof Makowski analiza la importancia del hallazgo de la cámara funeraria.

    El descubrimiento wari en Huarmey cambiará los textos escolares
     
    El reconocido investigador de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Krzysztof Makowski, interpreta la importancia del extraordinario hallazgo ocurrido en el complejo arqueológico Castillo de Huarmey, en la región Áncash. Revela que la aparición de la cámara funeraria con más de medio centenar de damas de la alta nobleza wari aporta a la arqueología valiosa información con la que se podrá conocer la decadencia de la cultura Mochica y la conquista del imperio wari sobre las culturas de la costa norte.

    ¿Qué ideas nos puede dar para entender la cultura Wari?
    Primero, debemos conocer la importancia de Wari en los textos de mis colegas y en los míos, desde los tiempos de Max Uhle. Hay un completo consenso que en el período comprendido entre los años 600 y 1000 de nuestra era, ocurrió un cambio brusco en la historia de la civilización andina.


    ¿Las culturas del norte influyeron sobre las del sur?
    Sí existieron influencias norteñas en el sur; por ejemplo, la presencia de la cultura Cupisnique en Ayacucho. Sin embargo, se trata de excepciones. Hubo contactos, pero esto no afectó el desarrollo de las áreas. Se han encontrado casos de intercambio de obsidianas y spondylus entre culturas del norte y del sur. Existió una relación entre ellas, pero esto no significa que los desarrollos estén influenciados de manera profunda.


    ¿En qué momento se notan los cambios más profundos?
    A partir del 600 hasta el 800 de nuestra era, esta situación cambia totalmente y de manera dramática en las tecnologías, los modos de construir, las formas de concebir la residencia del gobernante, los vestidos, los tocados, las maneras de tejer y teñir, los estilos de hacer los objetos, la difusión de los conocimientos del bronce, el auge de la producción de plata. Todos estos conocimientos –que tienen origen en el sur– se imponen en el norte y eso se ve claro en los sitios mochica.


    ¿En qué elementos se reflejaron los cambios?
    Todos los símbolos de poder cambian. El kero –un vaso utilizado en los rituales más importantes– se impone y reemplaza a la copa moche; el tumi de forma sureña saca de la producción y uso al tumi del norte.


    ¿Wari fue un imperio como el de los incas?
    Desde mi perspectiva, los waris fueron una confederación, como lo es todo imperio. Hubo un linaje, un líder, como lo fue Manco Cápac. Y él –gracias a su poderío militar– logra aglutinar a mucha gente que por voluntad o por la fuerza.


    ¿Qué definición le da usted al complejo cultural Castillo de Huarmey?
    Nuestro sitio es el primer caso de capital wari encontrado en la costa norte. Como sabemos, la capital principal del imperio está en Cerro Baúl (Arequipa).


    ¿El hallazgo puede cambiar la forma de ver la historia?
    Diría que aporta mucho y cambiará la mente de los investigadores y también la historia escolar, después de un merecido debate.


    ¿Por qué se afirma que el Castillo de Huarmey es wari?
    Por la manera de construir las cámaras funerarias, con los pisos enlucidos y con el rígido organigrama octogonal (muros que se cruzan como si fuesen un panal de abejas) que es típicamente Wari de la sierra. Este estilo tiene paralelos en Conchopata y en el mismo Huari. La diferencia está en el material de construcción. Fue adobe porque lo construyó la gente local. En la sierra se hubiera hecho con piedra. Otro detalle es que los individuos sepultados no están tranquilamente extendidos como los moches, sino sentados en la típica posición wari y con envoltorios de pocas vueltas.


    ¿Podemos imaginarnos cómo fue la conquista de los waris en el norte?
    No lo hicieron con blindados sino a pie. Ingresaron por los lugares débiles. No es casual entonces que los waris presionaron por la frontera moche quizá después por Casma, por el valle La Leche, y en Piura, donde también hay evidencias mochica.

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    24 de mayo de 2013

    ¿Cómo construyeron los incas los primeros edificios del mundo a prueba de terremotos?

    Emplearon dos técnicas: una de ellas consistía en unir los bloques irregulares de granito; la otra, en emplear bloques unidos por acanaladuras.


    ¿Cómo construyeron los incas los primeros edificios del mundo a prueba de terremotos?

    Viviendas, tiendas y edificios de oficinas quedaron reducidos a escombros cuando un terremoto sacudió la ciudad peruana de Cuzco ?antigua capital del Imperio incaico?, el 21 de mayo de 1950. Si bien los edificios modernos fueron arrasados por la sacudida telúrica, los antiguos cimientos de piedra sobre los que habían sido construidos ?y también los muros de los templos incas? sobrevivieron incluso a los temblores más fuertes.

    Los incas fueron grandes constructores que emplearon principalmente dos técnicas para la construcción de sus templos y fortalezas. Una de ellas consistía en unir los bloques irregulares de granito, que podían pesar hasta 100 toneladas, sin necesidad de argamasa; en caso de terremoto las enormes piedras se limitarían a saltar y volverían a asentarse en su lugar. La otra consistía en emplear bloques de piedra rectangulares, de menor tamaño, dispuestos horizontalmente y unidos entre sí por acanaladuras.

    ¿Un pueblo que desconocía el hierro?

    El momento de mayor esplendor de la arquitectura inca se sitúa en el siglo XV y la primera mitad del siglo XVI, y coincide con el período cumbre del imperio. Los bloques de granito, extraídos en las canteras de los alrededores de Cuzco, eran transportados hasta la capital en trineos arrastrados por grandes cuadrillas de obreros. Puesto que los incas no conocían el hierro ni el transporte sobre ruedas, se servían de rodillos y palancas de madera cuando los trineos quedaban embarrancados o cuando los obreros no lograban desplazarlos.

    Una vez extraídos los bloques de piedra, un equipo de trabajadores los arrastraba sobre rodillos hasta el lugar de la construcción. Colocada la primera hilera de piedras se construía una rampa de piedra y sobre ésta se instalaba la siguiente hilera. Una cuadrilla de operarios tiraba de las cuerdas atadas a las piedras; mientras, otra cuadrilla situada detrás levantaba los bloques con ayuda de sólidas palancas de madera. Una vez alcanzado el lugar donde debía colocarse la piedra, ésta se ponía de pie y se elevaba hasta su posición correcta.

    ¿Ciudad de las montañas?

    Machu Picchu, la «ciudad perdida» de los incas, se encuentra situada en un alto risco de los Andes peruanos. Fue construida con bloques de granito blanco que encajan perfectamente sin necesidad de argamasa. Sus paredes de roca se alzan en tres de sus lados sobre una garganta (305 m), y sus templos, palacios y viviendas, hoy en ruinas, se hallaban comunicados entre sí por más de 3 000 escaleras. En las laderas que se extienden más allá de la ciudad, descubierta en 1911, hay una espectacular sucesión de terrazas de piedra. La economía del Imperio incaico era básicamente agrícola, y en las terrazas se cultivaba maíz.

    ¿Un refugio en las alturas?

    La fortaleza de Sacsayhuamán era un refugio que dominaba la ciudad de Cuzco. Más tarde se construyó un templo en el interior del complejo amurallado.

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    26 de febrero de 2013

    Restos de Pachacútec se perdieron en Lima

    Tras una visita a Machu Picchu, el historiador Donato Amado Gonzales aseguró que la tumba del inca se ubica en el antiguo hospital de San Andrés, donde los restos fueron trasladados junto a otras nueve momias. 

    (USI)

    Tras una visita al Parque Arqueológico de Machu Picchu, el historiador Donato Amado Gonzales aseguró que las crónicas históricas demuestran de manera contundente que la tumba del inca Pachacútec no se encuentra en el Santuario Histórico de la ciudadela inca ubicada en el Cusco, pues esta fue ubicada en Lima, en el antiguo hospital de San Andrés, lugar al que se trasladaron los restos del gobernante, junto a otras nueve momias.

    El historiador dijo que hasta el siglo XVI la tumba del inca estaba en el sector de Toqocachi, en lo que actualmente es el barrio tradicional de San Blas, en Cusco. Sin embargo, entre 1561 y 1564 se dispuso que los restos de 10 incas fueran llevados a Lima, entre ellos Pachacútec.

    Posteriormente, en los años 1877, 1937 y 1962 se hicieron excavaciones en este hospital y un limeño llamado Félix Hermoza Zúñiga aseguró que logró encontrar la cripta donde estuvo enterrado Pachacútec. Sin embargo, no se encontraron los restos.

    De esta manera, se desmiente lo dicho por el francés Thierry Jamin, quien en su condición de codirector del proyecto de la ONG Inkari, anunció que los restos de Pachacútec estarían enterrados en Machu Picchu, junto a otros elementos metálicos.

    La visita al santuario estuvo encabezada por Fernando Astete, jefe del parque arqueológico de Machu Picchu, quien junto al ingeniero geólogo Édgar Denos Alfaro y a la arqueóloga Piedad Champi, demostró que es falsa la existencia de una supuesta puerta tapiada, que conduce a una cámara que alberga tesoros fabulosos.

    Astete indicó que los incas construyeron sus recintos sobre caos granítico y un amontonamiento de rocas. En ese sentido, explicó que la técnica que usaban consistía en colocar rocas unas sobre otras, dejando espacios vacíos que de ninguna manera constituyen tumbas, cámaras o mausoleos.
    Fuente:

    13 de febrero de 2013

    Desmienten hallazgo de tumba de Pachacútec en Machu Picchu

    La Dirección Regional de Cultura Cusco rechazó de manera "contundente" el supuesto descubrimiento de la tumba de Pachacútec en el Santuario Histórico de Machu Picchu. 

    El comunicado dice lo siguiente:

    En medios escritos, televisivos y radiales a nivel nacional e internacional se ha difundido sobre la supuesta existencia de un mausoleo Inka en Machupicchu con grandes cantidades de oro y plata, que aun principio le atribuían a la tumba del Inka Pachacuteq y que por estrategia, cambiaron su versión al manifestar que correspondería a un personaje muy importante de la cultura Inka.

    Al respecto, la Dirección Regional de Cultura Cusco expresa su rechazo de manera contundente al "Proyecto de investigación arqueológica (con excavación) apertura del vano de acceso del Recinto 02, Sector II, Sub Sector E, unidad 03, del sector Urbano de la Ciudadela Inka de Machupicchu", por el Francés Thierry Jamin, quien en su condición de co-director  del proyecto  de la ONG INKARI y su equipo técnico confirman fehacientemente un hallazgo trascendental que cambiaría la Historia de Machupicchu.

    Sobre el tema, el Director del Parque Arqueológico de Machupicchu  Antrop. Fernando Astete, refiere que con mucho profesionalismo los responsables de la gestión del Parque Arqueológico de Machupicchu han sustentado técnicamente las falencias de este proyecto, donde se sustenta que sus criterios metodológicos y técnicos son completamente errados,  hacen presumir la existencia de un vano tapiado en un muro de contención de más de 3 metros de altura  en cuya plataforma superior se encuentra edificada un recinto  con 03 vanos de acceso hacia el lado oeste. Este supuesto vano de acceso conduciría a un gran mausoleo (relleno de plataforma).  Si sustentan que existe una cámara funeraria, necesariamente se requiere de una exhumación y no la apertura de un vano, en este sentido el proyecto no percibe este objetivo.


    El jueves, en comunicación directa con RPP, el francés Thierry Jamin anunció un descubrimiento arqueológico nada menos que en Machu Picchu, detalle que sorprendió debido a que se creía que ya se había descubierto todo sobre la ciudadela, por lo menos de forma física.

    Astete precisó que el proyecto no cuenta con sustento histórico y "las referencias al mausoleo del Inka carecen de contextualización de información cronística de los siglos XVI y XVII y de fuentes históricas de los archivos históricos".

    La Dirección del Parque Arqueológico observó que se desconoce sobre conservación y estabilidad estructural.

    El comunicado agrega:

    Dentro de unos días, el ciudadano francés presentará a las autoridades peruanas una demanda de autorización que le permitirá a él y su equipo, en colaboración estrecha con el Ministerio de Cultura, desmantelar los bloques de piedras y las toneladas de terraplenados que, hoy, ocultan el acceso hacia las cámaras funerarias. Está en juego, un tesoro arqueológico extraordinario y nuevos conocimientos sobre la historia olvidada del Inkanato, (Machupicchu 2012: En busca de la Cámara Secreta). ¿Cómo se podría definir su sustento  técnico sobre conservación; si pretenden desmantelar los bloques de piedras y las toneladas de terraplenado del muro de contención, relleno y tratamiento de piso Inka de dicho recinto?; fueron las interrogantes planteadas por el director del parque.

    A su turno el Director Regional de Cultura Cusco Antropólogo David Ugarte Vega Centeno señaló: “Estas pretensiones solo refleja y nos confirman una vez más  que su único interés de Thierry Jamin es  encontrar tesoros ocultos (oro y plata), sin tener el mínimo conocimiento sobre conservación de una importante estructura arquitectónica que forma parte de un monumento considerado Patrimonio Mundial.

    "Ahora vienen alertando a los medios de comunicación a nivel nacional e internacional en vista que la apelación para la aprobación de su proyecto nuevamente fue rechazado, queriendo sorprender de esta manera, alegando que los profesionales de Machupicchu pretenden robarles y apoderarse de un supuesto hallazgo que cambiaría la historia de Machupicchu, lo cual es falso. Los especialistas están preparados para conservar, preservar e investigar científicamente nuestro patrimonio arquitectónico y no avalar este tipo de proyectos que no tienen sustento científico y no podemos poner en riesgo a nuestro icono de identidad nacional en manos de aventureros, buscadores de tesoros"; acotó el Titular de la entidad cultural del Cusco.


    Fuente:

    RPP Noticias

    2 de febrero de 2013

    Conozca al hombre que transportó su cráneo en una caja



    Lee Charie

    Tras caer desde un balcón en Tailandia, a Lee Charie le quitaron parte de su cráneo para aliviar la inflamación del cerebro.

    Lee Charie, británico de 32 años, no recuerda haberse caído de un balcón en Tailandia. Cuando se despertó, le habían quitado parte de su cráneo.

    Los médicos en Tailandia le había cortado una parte para aliviar la presión que se acumula en el cerebro.

    Entonces, Lee llevó esta pieza de cráneo hasta casa en una caja de poliestireno, con la esperanza de que los cirujanos del Reino Unido fueran capaces de utilizarlo para reconstruir su cabeza.

    Lee se encontraba de vacaciones en la isla de Koh Tao cuando se lesionó. Sus recuerdos del imprevisto son confusos, pero su padre enseguida voló cuando el accidente tuvo lugar en diciembre.

    A Peter Charie le dijeron que su hijo se había caído de una altura de más de 7 metros y que estaba inconsciente cuando le encontraron.

    Finalmente, Lee Charie pasó un mes recuperándose en hospitales de Tailandia, antes de su vuelo de vuelta a casa, en el Reino Unido, acompañado de médicos.

    Su padre fue quien llevó el cráneo seccionado que los doctores le habían retirado. "No tuve ningún problema en pasar el control de aduana y de seguridad", dijo.

    Bajo presión

    "A veces uno necesita, literalmente, una patada en la cabeza para arreglar tu vida y empezar a hacer lo que realmente te gusta "

    Lee Charie

    Lee Charie está aún recuperándose en un hospital de Reino Unido, donde está siendo sometido a fisioterapia, exámenes médicos y ayuda para su dolor.

    Cuando se dio cuenta de que le habían quitado parte de su cráneo, dice, no paró de llorar durante dos semanas.

    Pero cuenta que se siente incluso abrumado por todo el apoyo de sus familiares y amigos, algunos de los cuales están organizando un evento para recaudar fondos para ayudarle a él y a otros que puedan estar en su misma situación.

    El neurocirujano Colin Shieff dice que cuando el cerebro se lesiona, la hinchazón puede empujarlo contra la estructura ósea que lo protege.

    "El cerebro no funciona bajo presión. Es más seguro y puede garantizar una mejor recuperación si no existe presión", dice y añade: "Es como si usted tiene un esguince en el tobillo, lo primero que hace es aflojar los cordones del zapato. Puede parecer peor pero ayuda".

    A veces, la inflamación es lo suficientemente suave como para curarse por sí misma. Pero en otros casos, los medicamentos pueden ayudar a reducirla y controlarla, dice el doctor Shieff.

    Pero en algunas situaciones, a menos que se quite una parte del cráneo, la presión puede dañar el cerebro.

    Cráneo

    El doctor Colin Shieff, dice el cráneo en su totalidad, en cuanto a su función diaria se refiere, no es esencial. 

    "Hay mucha gente con defectos craneales que siguen con sus vidas".

    El doctor Shieff es miembro del consejo de Headway, una asociación de lesiones cerebrales. Dice que el cráneo en su totalidad, en cuanto a su función diaria se refiere, no es esencial. "Hay mucha gente con defectos craneales que siguen con sus vidas".

    Es aconsejable que algunas de estas personas con defectos en su estructura ósea lleven un casco protector para proteger el cerebro frente a una posible lesión, que es el mayor riesgo para estas personas.

    De hecho, los cirujanos han operado el cráneo durante muchos años. Se han dado casos desde incluso los incas, aztecas y antiguos egipcios de personas que han sobrevivido durante un tiempo con agujeros hechos deliberadamente en sus cráneos, según Colin Shieff.

    Plantilla de metal

    Muchos de los pacientes del doctor Shieff eligen reconstruirse el cráneo. A veces, la parte que se ha quitado se puede volver a colocar.

    Otra opción es construir una plantilla de metal utilizando escáneres y modelos de computadora, que sigue exactamente el contorno de la estructura natural.

    Lee Charie dice que sus cirujanos están considerando utilizar el trozo de cráneo que trajo para ayudar a dar forma a un molde de titanio para su reconstrucción.
    "No hay dos lesiones cerebrales iguales, así que es imposible predecir los efectos a largo plazo cuando alguien sufre una lesión tan grave"

    Luke Griggs, portavoz del hospital

    Él se está recuperando bien, aparte de un poco de dolor que dice siente cuando fuerza las expresiones faciales. Y juzgar las distancias cuando sube y baja las escaleras también puede ser difícil, cuenta.

    "Alguna gente muere tras una caída desde tal altura. Sobrevivir y salir ileso de esto es algo extremadamente bueno".

    Luke Griggs, portavoz de la asociación de lesiones cerebrales en Reino Unido, dice: "Los efectos de una lesión cerebral pueden ser devastadores. No hay dos lesiones cerebrales iguales, así que es imposible predecir los efectos a largo plazo cuando alguien sufre una lesión tan grave".

    Pero la percepción pública tiene que cambiar. Las personas con lesiones cerebrales bastante están luchando ya con las cosas cotidianas de la vida y aun así, por desgracia, son injustamente juzgados y tratados bruscamente.

    Con el cuidado adecuado, apoyo y comprensión, muchas personas con lesiones cerebrales pueden llevar una vida feliz y satisfactoria".

    Lee dice: "Me ha hecho volver a pensar muchas cosas de mi vida. Algunas veces, literalmente, necesitas una patada en la cabeza para empezar a hacer lo que realmente te gusta", concluye.

    Fuente:

    BBC Ciencia

    Lea en los archivos de "Conocer Ciencia":

     El cráneo de Hitler en realidad es el de una mujer

    La extraña historia de la lobotomía

    Reconstruyendo los rostros de los homínidos
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