Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta salud de los niños. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta salud de los niños. Mostrar todas las entradas

10 de diciembre de 2020

El sufrimiento encoge el cerebro de los niños para siempre

Pequeños rescatados de los orfanatos de la Rumanía del dictador Ceausescu muestran alteraciones cerebrales décadas después.

Los mayores de 40 años quizá recuerden las terribles imágenes grabadas en 1990 en diversos orfanatos de Rumanía. Mostraban a niños de corta edad hacinados, desnutridos, sin higiene y totalmente desamparados. Hacía un año que la dictadura de Nicolae Ceausescu había caído con su fusilamiento. Una oleada de compasión internacional rescató a muchos de aquellos pequeños, siendo adoptados por familias occidentales. Pero, a pesar de su cariño y cuidados, aún llevan la marca de aquel sufrimiento: el volumen total de su cerebro es menor que el de otros chicos. Además, según el seguimiento a decenas de ellos, presentan un menor cociente intelectual, peor expediente académico, mayor tasa de paro y más problemas emocionales ya adultos.

La mayoría de los 100.000 niños que llegaron a estar en instituciones estatales de la Rumanía de Ceausescu no eran huérfanos. Habían sido abandonados por sus padres tras una alocada política natalista del dictador que se dio de bruces con la crisis económica de los ochenta. Con las primeras adopciones, la mayoría por parte de familias anglosajonas, los científicos vieron la oportunidad de estudiar el impacto del sufrimiento, de un ambiente adverso, en los primeros años de vida. Por estudios en ratoncitos, se sabía que en esos primeros meses del desarrollo del cerebro y, por tanto, de la personalidad, las condiciones ambientales tienen una gran influencia. Por razones éticas obvias era imposible replicar estos experimentos en pequeños humanos. De ahí, la relevancia como experimento natural de los huérfanos rumanos.

"Más de 20 años después de que acabaran aquellas condiciones, aún podemos observar diferencias en la estructura cerebral", dice la investigadora del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres Nuria Mackes. Junto a un grupo de científicos, entre ellos algunos que llevan siguiendo a los niños desde los 90, Mackes estudió el cerebro de 67 de los huérfanos. Habían pasado entre 3 y 31 meses de privaciones en una institución estatal rumana antes de ser adoptados por una familia inglesa. Para poder comparar, también analizaron a una veintena de adoptados pero salidos de orfanatos británicos.

Los resultados de su estudio, publicados recientemente en PNAS, muestran una reducción media del volumen total del cerebro del 8,57% aún hoy, cuando la mayoría han superado los 20 años de edad o están cerca de hacerlo.  Además, la investigación señala que el grado de reducción depende de la cantidad de sufrimiento. Por cada mes de más pasado en aquellos orfanatos, los chicos ya adultos tienen entre dos y tres centímetros cúbicos menos de masa cerebral. "Más allá del menor volumen cerebral total, también vemos cambios en el volumen y grosor de diversas áreas del cerebro", añade Mackes.Y eso que, nada más llegar a sus nuevas familias, sus condiciones materiales, emocionales y psicológicas fueron normales.

El artículo completo en: El País (España)

Más información en BBC Mundo

10 de marzo de 2020

Nutri H: las galletas para combatir la anemia ya están a la venta


El proyecto ganador del concurso de History Channel, Nutri H, unas galletas capaces de reducir la anemia infantil con solo 30 días de consumo, ya están disponibles para la venta al público en general.

Julio Garay, creador del proyecto, pretende llegar a todas las bodegas y quioscos escolares con la finalidad de alimentar a los niños con este producto capaz de hacer subir en tres o cuatro puntos el nivel de hemoglobina de quien lo consume, según indica.

El ingeniero, explicó a la Agencia Andina, que la dosis para aliviar la anemia debe ser un paquete de galletas antes del almuerzo durante un mes, mientras que los adultos deben consumir dos paquetes.
Asimismo, advirtió que no se debe acompañar con leche o infusiones, pues estas bebidas bloquean la absorción del hierro. «Lo que se debe tomar es una bebida cítrica como un vaso de jugo de naranja porque su vitamina C ayuda a fijar los nutrientes».

Puntos de venta

De acuerdo a una publicación en Twitter, existen cuatro puntos de distribución para la venta de las galletas Nutri H.
Estos son:
  • LIMA SUR: Jr. Cártago Mz. D lote 12 (frente al Parque Nazareno) San Juan de Miraflores
  • LIMA NORTE: Feria ecológica de Plaza Norte (frente al Banco Falabella)
  • LIMA ESTE: Ecoferia Verde Aventura, Zona ‘Oasis’ (tercer nivel) Mall Santa Anita
  • AYACUCHO: Plazoleta María Parado de Bellido #112 (frente al ex penal

Tomado de: Caretas (Perú) 

21 de febrero de 2020

Leucemia: Criar bebés en ambientes demasiado limpios podría predisponerlos a padecer el mal

El exceso de limpieza estaría generando niños con defensas débiles, lo que a su vez los expone a esta y otras enfermedades.


El médico e investigador británico Mel Greaves recibió el grado de caballero por la reina Isabel II de Inglaterra en diciembre del 2018. En el 2017, se le otorgó la medalla real de la Royal Society, extraordinaria distinción obtenida antes por Charles Darwin (teoría de la evolución), Michael Faraday (teoría del electromagnetismo) y Francis Crick (estructura del ADN). Ahora, este prestigioso especialista ha adelantado una extraordinaria teoría, producto de 35 años de trabajo: la leucemia linfática aguda (LLA) sería consecuencia de criar a los bebes en ambientes demasiado limpios y, por lo tanto, sería una enfermedad prevenible.

La LLA es el cáncer más frecuente en niños y ocurre cuando un linfocito (uno de los cinco tipos de glóbulos blancos) se vuelve maligno y se multiplica sin control dentro de la médula ósea, órgano donde se forman las células de la sangre (glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas).

Los síntomas de la enfermedad son consecuencia de la mala función de los glóbulos blancos (infecciones), falta de glóbulos rojos (anemia) y de plaquetas (sangrado). Sin tratamiento, la LLA es invariablemente mortal. Con quimioterapia, la curación llega al 90%, en países de alto ingreso económico. En países de mediano ingreso económico, como el Perú, la curación está alrededor del 60%, y se atribuye esa deficiencia a la gravedad con que llegan los niños a los servicios especializados.

La leucemia se desarrolla en dos golpes genéticos. De acuerdo con la teoría del Dr. Greaves, tiene dos etapas. La primera se produce durante la vida intrauterina, e implica mutaciones genéticas que causan fusión de dos o más genes (fusión genética) o formación de copias extras de cromosomas (hiperdiploidia). Según el especialista, no existe evidencia de causas ambientales conocidas para explicar esas mutaciones genéticas.

Dice Greaves que aproximadamente el 1% de los niños que nacen con esa mutación necesita una segunda mutación para desarrollar la leucemia. Esta última alteración cambia el modo en que los glóbulos blancos reconocen a los microbios y fabrican anticuerpos contra ellos.

Lo provocativo de esta teoría es que la segunda mutación ocurriría porque, al no estar expuesto a microbios comunes durante los primeros meses de vida, el sistema de defensa del bebe no se desarrollaría normalmente; entonces, al enfrentarse posteriormente a otro microorganismo, reaccionaría anormalmente, causando la leucemia. De acuerdo con el Dr. Greaves, eso es consecuencia de criar al menor en ambientes muy limpios y desinfectados, y no dejarlo que juegue libremente en el suelo, con mascotas o que se junte con otros niños.

En otras palabras, el desarrollo de la LLA sería consecuencia de una interferencia con el proceso evolutivo natural del sistema inmunológico, el cual, desde tiempos inmemoriales, permitió que los bebes entrenen y desarrollen las defensas de su organismo en zonas naturales y contaminadas, muy diferentes de los asépticos lugares de las sociedades modernas, especialmente en países de altos ingresos económicos. Al respecto, la LLA es más frecuente en naciones ricas que en pobres.

Lea el artículo completo en: El Comercio (Perú)


3 de enero de 2020

Hallan el tóxico herbicida de Monsanto en Cheerios y otros alimentos comercializados para niños


Una ONG encontró la presencia de glisofato, el principio activo de Roundup, en cereales y otros populares productos de desayuno.
 

Una serie de pruebas llevadas a cabo por la organización no gubernamental estadounidense Environmental Working Group (EWG) ha revelado la presencia de un polémico herbicida patentado por Monsanto en 21 productos alimenticios elaborados con cereales, almendra y maní. La ONG alerta sobre el hallazgo en ellos de "alarmantes niveles de glifosato", un compuesto tóxico y posiblemente cancerígeno.

Gran parte de estos alimentos se comercializan como cereales para el desayuno infantil o 'snacks' saludables. La lista está encabezada por los cereales Honey Nut Cheerios Medley Crunch, un producto a base de avena muy popular en Estados Unidos, que contiene 833 ppb (partes por cada mil millones) de glifosato. Los expertos estiman que para que una concentración de este químico no sea dañina debería ser inferior a 160 ppb.

Bayer afronta una nueva ola de demandas por el polémico herbicida Roundup, heredado de Monsanto

La multinacional Bayer, que absorbió al fabricante de agroquímicos en 2018 y continúa produciendo su polémico agente Roundup —que tiene el glifosato como principal componente— está en desacuerdo con el alarmismo de la ONG.

"Los niveles de glifosato en este informe están muy por debajo de los estrictos límites establecidos por la Agencia de Protección Ambiental [de EE.UU.] para proteger la salud humana", comentó un portavoz de Bayer en declaraciones a RT. "Incluso con el nivel más alto reportado —agregó— un adulto tendría que comer 158 libras [cerca de 72 kilos] de alimentos a base de avena todos los días durante el resto de su vida" para alcanzar los límites estipulados por el organismo.

Sin embargo, EWG advierte de que el peligro acecha específicamente a los niños. Uno de los productores analizados, General Mills, ha rechazado hasta ahora la creciente llamada de los consumidores a que la compañía retire el glifosato de los alimentos que comercializa dirigidos a menores, destaca el comunicado.

La ONG señala asimismo que el uso del químico herbicida se ha extendido y ahora no solo elimina la mala hierba, sino también "mata al cultivo, secándolo para poder cosecharlo antes". Más de 236.000 personas han firmado su petición dirigida a General Mills, Quaker y otras compañías alimentarias para que no usen avena que haya sido fumigada con Roundup.

Fuentes: RT Actualidad y CNN en español

29 de noviembre de 2019

Malas noticias para los antivacunas

El sarampión causa graves daños al sistema inmune del niño.


La gente que no vacuna a sus hijos ha disfrutado hasta ahora de un trato preferencial por la autoridad sanitaria de España, y la razón es la siguiente: os epidemiólogos calculan que basta que el 80% de los padres sigan el calendario vacunal para que el 100% de la población esté protegida. El virus intenta propagarse de niño a niño, pero si ocho de cada diez niños son inmunes a él, la propagación no suele funcionar, o no muy bien. Esto significa que los hijos de los antivacunas están protegidos gracias a que los demás niños sí están vacunados. A menos que las fake news antivacunas dupliquen su tasa de proliferación viral, los gestores de la salud pública podrán controlar la situación salvo en brotes extremos. Ese es el equilibrio actual entre la razón y la insensatez.

Pero el estudio que hemos conocido esta semana introduce un nuevo argumento en la discusión. Lee en Materia cómo los niños que contraen el sarampión por no haber sido vacunados sufren graves daños en su sistema inmune que les exponen a otras infecciones por virus y bacterias. Aquí ya no solo hablamos de las estadísticas de salud pública, sino de un daño directo que cada padre y cada madre antivacunas infligen a su hijo. No se lo infligen necesariamente, puesto que el mero hecho de que la mayoría de la población esté vacunada dificulta que su niño contraiga el virus. Pero le dejan expuesto a ese trastorno de una forma innecesaria, dañina y ciega. Ahora cabe preguntarse si un padre tiene derecho a causar ese perjuicio a su hijo. Viene a la mente de inmediato la oposición de los Testigos de Jehová a que sus hijos reciban trasfusiones. ¿Qué ordenamiento legal puede tolerar eso? ¿Y cuál a los antivacunas?

La opción de que la vacunación sea obligatoria nos enfrenta a todos a graves dilemas. La mera idea de un Estado clínico, una autoridad médica que obligue a la gente a recibir una inyección o a tragarse una pastilla, evoca en nuestra mente las obras más oscuras de la ciencia ficción, empezando por el mundo feliz del gran Aldous Huxley y acabando por la última distopía que estrene Netflix hoy mismo. Que un padre se niegue por razones religiosas a autorizar una trasfusión que salvaría la vida a su hijo parece cruzar la línea roja de la decencia ética. La religión antivacunas puede estar cruzando ahora esa misma línea.



26 de marzo de 2019

¿Es posible detectar la psicopatía en la infancia?

Es fundamentalmente un trastorno en el desarrollo y no surge de la nada en la edad adulta.


Ya un bebé - aunque sea casi imposible detectarlo - puede presentar rasgos psicopáticos. Resulta difícil de creer pero es cierto, porque, de hecho, la psicopatía es fundamentalmente un trastorno en el desarrollo, y no surge de la nada en la edad adulta. Todos los adultos psicópatas han mostrado unos rasgos característicos durante su infancia o la adolescencia, y pueden detectarse desde edades muy tempranas. Pero, ¿cuáles son esos rasgos y cómo se podrían detectar en niños tan pequeños?

Tal y como sugirió el filósofo John Locke "Todos nacemos como pizarras en blanco", por lo que, evidentemente, la educación por parte de los padres, el entono y el nivel socio-económico son importantes a la hora de conformar el carácter de un niño. El libro Good For Nothing: From Altruists to Psychopaths and Everyone in Between de la psicóloga, Abigail Marsh sobre la psicopatía, recopila muchas historias de muchos padres con algún hijo que presenta unos rasgos de violencia extremos y, precisamente, no se trata de una mala crianza, una desestructuración familiar o familias disfuncionales, sino que suelen ser padres cariñosos y muy volcados en la educación y crianza de sus hijos.

Entonces, ¿qué pasa? ¿La psicopatía se nace con ella o se hace? Existen numerosas teorías en torno a este trastorno. La última investigación relacionada con el tema y publicada en el (NCBI) National Institutes of Health asegura que los primeros signos de psicopatía se descubren en niños de tan solo 2 años, entre ellos, la falta de empatía, Los sentimientos de culpa y emociones superficiales o la frialdad son solo algunos de ellos. Sin embargo, para Celso Arango, vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y jefe del servicio psiquiátrico del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, los principales factores de riesgo son la personalidad y el temperamento, y con este último rasgo la persona nace, así que la genética es primordial.

“La personalidad se va formando a lo largo del tiempo, y el temperamento viene dado por las condiciones genéticas, y este último no se puede modificar”, asevera Arango.

El renombrado filósofo y psicólogo, William James, ya aseguraba que nuestra personalidad no se forma del todo hasta que cumplimos los 30 años, pero nuestro temperamento es el que es, y eso sí que no se puede cambiar. Esto es lo que también se cuenta en el libro de Marsh, donde se explica que los niños, al igual que los adultos son capaces de tener una violencia extrema durante un periodo de tiempo prolongado, a diferencia de los adultos, cuya crueldad no suele extenderse tanto.

“Estos niños son incapaces de sufrir, son fríos, calculadores y actúan de forma premeditada, a diferencia incluso del narcisismo, que viene muy condicionado desde la adolescencia. Afortunadamente, este tipo de psicopatía la sufren una minoría de niños”, continúa Arango.

El artículo completo en: El País (España)


27 de agosto de 2018

Si los disléxicos alteran el orden de las letras… ¿en China no hay dislexia?

En el imaginario popular, la discapacidad del aprendizaje a la que llamamos dislexia se da cuando un niño altera el orden de las letras, sílabas o palabras, a la hora de escribir. De ser esto cierto, uno podría pensar que en las aulas de los colegios chinos, donde los niños aprenden una lengua que no se representa gráficamente mediante un alfabeto sino con ideogramas (un dibujo que representa una sílaba, y al mismo tiempo un concepto) no deberían ser disléxicos. ¿Pero es así?

Pues va a ser que no. En China también hay niños disléxicos, que tienen que esforzarse para entender lo que hay escrito – o dibujado – en sus libros de texto. Curiosamente, al contrario que en las sociedades occidentales (en Estados Unidos se estima que hay un 15% de niños disléxicos y en España la cifra puede alcanzar el 20%) en China la incidencia de la dislexia es mucho menor: en torno al 7%.

¿Por qué esta diferencia? ¿Podría ser que el tipo de dislexia occidental fuera diferente a la oriental? La respuesta no estaba del todo clara, pero en 2004 un equipo de investigadores de la Universidad de Hong Kong dirigido por Li Hai Tan, publicó un trabajo en Nature (Biological abnormality of impaired reading is constrained by culture) que arrojó un poco de luz al respecto.

Para realizar aquel trabajo, Li Hai Tan y sus colegas realizaron escáneres cerebrales de lectores en chino e inglés, tanto normales como disléxicos, mientras realizaban pruebas de lectura. Así descubrieron que los lectores chinos normales mostraban una mayor actividad en la circunvolución frontal media izquierda del cerebro, área que se cree está especializada en recordar los patrones visuales (por ejemplo, los millares de ideogramas chinos), mientras que los disléxicos chinos mostraban una menor actividad en esa zona. En contraste, los lectores de inglés mostraban una actividad alta en un área craneal diferente llamada región temporal-parietal izquierda, en comparación con los lectores disléxicos en inglés.

En base a esto, podemos pensar que una persona puede ser disléxica en un idioma pero no en otra ¿verdad? Pues es correcto. En un artículo sobre el tema publicado en The Guardian a raíz del trabajo del equipo de Li Hau Tan, dos neurocientíficos británicos llamados Brian Butterworth y Joey Tang comentaron el caso de un sujeto llamado Alan, que tenía padres ingleses pero se había criado en Japón. Alan padecía una dislexia severa en inglés, pero no tenía problemas para leer japonés.

Para ambos neurocientíficos (Buttleworh y Tang) la dislexia es un problema que afecta al análisis fonológico, es decir a la capacidad de convertir letras en sonidos, que el lector luego ensambla en sílabas, palabras, oraciones, etc. Así pues, el problema de Alan es que presumiblemente tenía serios problemas con el análisis fonológico pese a que, en cambio, contaba con las habilidades necesarias para decodificar el japonés (que comparte muchos ideogramas con el chino). Por ello Butterworth y Tang sugerían que esta era la clave a la hora de explicar por qué hay menos dislexia en China, ya que el análisis fonológico requiere dar un paso adicional para el que los lectores chinos tienen menos necesidad.

Para finalizar, añadir que se sabe que la dislexia es un trastorno hereditario (véase el caso de esta mujer española con seis hijos disléxicos), por lo que hay un buen número de investigadores tratando de identificar a los genes responsables. Pero si, como vemos, la dislexia está relacionada con la cultura, entonces esta condición en China puede estar provocada por una anomalía genética diferente a la que ocasiona la dislexia en lenguas occidentales.

Fuente:

Mailkenais Blog

21 de agosto de 2018

La adicción a los videojuegos es oficialmente un trastorno mental, según la OMS

La lista de trastornos ha sido actualizada y ahora los videojuegos son parte de ella.


Lo que se había anticipado hace algunos meses se convirtió en una ¿terrible? realidad: La Organización Mundial de la Salud ha actualizado su lista de enfermedades y ha incluido la adicción a los videojuegos como un trastorno de salud mental.

Este trastorno recibe el nombre de "Gaming disorder" y está definido por la OMS como un patrón de comportamiento representado por "la falta de control sobre el juego, el aumento de prioridad dada a los videojuegos por sobre otras actividades […] y a la continuación de esta forma de comportamiento pese a sus consecuencias negativas".

Según el organismo, la decisión de incluirlo como trastorno "se basa en la revisión de la evidencia disponible y refleja el consenso de expertos de diferentes disciplinas".
La inclusión del trastorno de los videojuegos se da luego del seguimiento a los programas de tratamiento de personas con condiciones de salud idénticas a las definidas, en diferentes partes del mundo. Y como resultado, se le dará más atención por parte de profesionales de la salud a los riesgos de desarrollar este trastorno, a la prevención del mismo y a las formas de tratamiento.
La recomendación oficial de la OMS es que la gente que juega videojuegos debería "estar alerta a la cantidad de tiempo que destinan a la actividad" y especialmente si esto afecta al resto de sus actividades diarias, amén de si hay "cambios al funcionamiento físico, sicológico y social" a raíz de pasar mucho tiempo con el control en esos maravillosos mundos virtuales.

Hablando con Associated Press, un investigador llamado Mark Griffiths que ha estudiado el fenómeno por más de tres décadas, la adicción a los videojuegos es similar a la de un adicto a las apuestas, con una pequeña diferencia: "los apostadores compulsivos usan dinero para medir cuanto han ganado, mientras que los adictos a los videojuegos utilizan los puntajes".
Fuente:

16 de agosto de 2018

Las marcas de cereales en las que se ha hallado pesticida considerado cancerígeno

Decenas de marcas conocidas de cereales contienen un tipo de pesticida que está considerado cancerígeno, denunció el Grupo de Trabajo Ambiental (EGW, por sus siglas en inglés) en un reciente estudio.

Esta organización ecologista analizó 45 productos hechos de avena y determinó que todos menos dos tenían rastros de glifosato, un herbicida que puede causar cáncer en animales y "probablemente" en humanos, de acuerdo a la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.

De esos, 31 tenían niveles por encima de lo que los científicos de EWG consideran seguros para los menores, que es de 0,01 miligramos por día.

Entre los productos que tenían rastros de glifosato se encuentran las marcas Cheerios, Quaker Old Fashioned Oats, Quaker Dinosaur Egg Instant Oats y Back to Nature Classic Granola, informó el canal de televisión CBS News, en base a los resultados del informe.

En un comunicado, el presidente de EWG, Ken Cook, lamentó el hallazgo: "Crecí comiendo Cheerios y Quaker Oats mucho antes de que estuvieran contaminados con glifosato. Nadie quiere comer un herbicida para el desayuno, y nadie debería tener que hacerlo", señaló.
El cuestionado glifosato

El 10 de agosto, un jurado de California condenó a la multinacional Monsanto a indemnizar con 289 millones de dólares a un hombre que aseguraba que el cáncer terminal que padecía se debe a su exposición a un producto con glifosato.

Monsanto ha defendido el producto y ha afirmado que el glifosato "es seguro para el uso humano".

Tras el fallo, uno de los vicepresidentes de Monsanto, Scott Partridge, anunció que apelarán la decisión judicial y dijo que "más de 800 estudios y revisiones -y conclusiones de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU., el Instituto Nacional de Salud de EE.UU. y autoridades regulatorias en todo el mundo- apoyan el hecho de que el glifosato no causa cáncer".

El glifosato ha generado una gran controversia en todo el mundo por los presuntos efectos perjudiciales tanto para la salud de las personas como para las tierras rociadas con productos que lo contienen.

Para leer el estudio original del Grupo de Trabajo Ambiental, CLIC AQUÍ.

28 de mayo de 2018

Cuánto ejercicio deberían hacer los niños al día (y lo que recomienda Finlandia)

El sedentarismo infantil es una realidad que se agrava con el paso de los años.

Esa inactividad que se produce por el tipo de vida a la que están expuestos los menores de 17 años se refleja en las alarmantes estadísticas sobre obesidad que se vienen registrando en el mundo.

Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, este es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI y calcula que hay más de 42 millones de niños con sobrepeso en el planeta.
"Las comodidades de la vida moderna como andar en automóvil, ver televisión, usar el computador y jugar con consolas no aportan en nada a la práctica de actividad física", explicó la doctora Angélica Ibáñez, traumatóloga infantil de la clínica de medicina deportiva MEDS en Chile.

Acá en Reino Unido, un reciente estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine relevó que hay un marcado declive en el tiempo que los niños y adolescentes dedican a hacer ejercicio y que esa caída se comienza a producir desde los 7 años.

La OMS recomienda que entre los 5 y los 17 años se debería dedicar "como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa".

Que si bien en su mayoría deberían ser ejercicio "aeróbico", también convendría incorporar, como mínimo tres veces por semana, "actividades que refuercen, en particular, los músculos y huesos".

"Los beneficios de la actividad física saltan a la vista al haber una unidad de cuerpo y mente", destacó la doctora Ibañez, agregando que hay que tratar de ignorar las excusas que se buscan para no dedicar tiempo a la actividad física.

Caso finlandés

Si bien los 60 minutos es un mínimo recomendando, en Finlandia consideran que incluso hay que ir mucho más allá.

Los niños finlandeses son reconocidos por estar entre los que están más en forma en Europa y una de las razones se debe a que el país nórdico fue uno de los pioneros en la formación en los años 40 de clínicas infantiles enfocadas principalmente en el desarrollo físico y balance nutricional.

El artículo completo en:

BBC Mundo

19 de abril de 2018

Perú es el tercer país de Latinoamérica con más casos de sobrepeso y obesidad

Este artículo apareció en Peru21 el día 11 de octubre del 2017

La Asociación Peruana para el Estudio de la Obesidad y Arteriosclerosis alertó que en el país ya se diagnostica niños y adolescentes con obesidad, hipertensión, colesterol alto y diabetes. 


La obesidad en niños y adolescentes en el mundo está aumentando en forma alarmante y lamentablemente el Perú no es ajeno a esa realidad. En el país, en los últimos 30 años, se triplicaron los casos de sobrepeso y obesidad como consecuencia del sedentarismo y la alimentación poco saludable, aseveró Rosa Pando, presidenta de la Asociación Peruana de Estudio de la Obesidad y Ateroesclerosis (APOA)

Al recordarse hoy el Día Mundial de la Obesidad, la experta señaló que, debido a la alta incidencia de casos, el Perú es actualmente el tercer país de Latinoamérica con más casos de sobrepeso y obesidad, después de México y Chile. Además, advirtió que, si no se toman medidas correctivas, en 10 años el 25% de los adultos peruanos tendrá serios problemas de obesidad.

Pando alertó que en el país ya se está diagnosticando niños y adolescentes con obesidad, hipertensión, colesterol alto y diabetes, principalmente por el consumo de alimentos ricos en calorías y en grasas saturadas.

Según la Encuesta Nacional de Hogares, del INEI, la prevalencia de la obesidad entre los niños peruanos de 5 y 9 años es de 14.8%, mientras que entre los menores de 5 años llega al 9.3% y entre los adolescentes, a 7.5%. 

Jaime Pajuelo, investigador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, refirió –en el VIII Curso Internacional Obesidad, Enfermedad Cardiometabólica y Nutrición– que en los últimos 40 años la obesidad entre los escolares casi se ha cuadriplicado, pues pasó de 4% a 14.8%.
 

Más gasto por obesidad

Pando señaló, asimismo, que la atención de enfermedades no transmisibles causadas por la obesidad, como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y hepáticas, depresión y muchos tipos de cáncer, le costarán al Perú unos 2,578 millones de dólares para el año 2025.

“El costo acumulativo de no tratar la obesidad del 2017 al 2025 se estima en 18,476 millones de dólares. Sin embargo, si se trata la obesidad y se reduce su prevalencia en solo 5% el país solo invertiría 1,474 millones de dólares y evitaría muchas de las consecuencias mencionadas”, puntualizó. 

Por ello, la especialista insistió en tratar la obesidad tempranamente, y dijo que para eso sería oportuno que las aseguradoras incluyan programas preventivos específicos para así evitar esta condición antes de que se desarrollen enfermedades asociadas.

“Los seguros cubren hipertensión y diabetes, pero la obesidad específicamente no y, por eso, cada persona debe encargarse de su autocuidado, pero se podría hacer más si desde el gobierno y desde las aseguradoras se previene esta condición en lugar de tratarla en su fase complicada”, remarcó. 

Más información en:


Perú, niveles de sobrepeso y obesidad: problema de salud pública

Este artículo apareció en el diario peruano La República el día 20 de junio de 2017

Preocupante. Incidencia en menores de 9 años se duplicó en solo 6 años. El 18,3% de mayores de 15 años son considerados obesos. El consumo de alimentos ultraprocesados y comida rápida creció en 107% y 256% en la última década.


Desde antes de publicarse el reglamento de la Ley de Alimentación Saludable (N°30021), autoridades y expertos han explicado que dicha norma es importante para combatir dos problemas urgentes: el sobrepeso y la obesidad, cuya prevalencia se ha incrementado de forma sostenida en los últimos años.
Las voces autorizadas en la materia coinciden en que ambas condiciones ya son consideradas un problema de salud pública, lo que demanda acciones desde el Estado.

Esa es una de las razones por las que se ha criticado el mencionado reglamento, pues los parámetros de azúcar, sal y grasas que se utilizan para definir la “comida chatarra” podrían no ayudar a revertir la preocupante tendencia.

Los resultados de la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes), realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en 2016, revelan que el 35,5% de los peruanos mayores de 15 años tienen sobrepeso. En el caso de la obesidad, el indicador llega hasta el 18,3%.

Ambos problemas también tienen una creciente incidencia entre los niños. Entre 2008 y 2014, el sobrepeso y la obesidad se incrementaron en 66% en niños y niñas de cinco a nueve años de edad, de acuerdo con los datos del Centro Nacional de Alimentación y Nutrición (Cenan) del Instituto Nacional de Salud.

Entre 2007 y 2014, en adolescentes de 10 a 19 años, el sobrepeso pasó de 12,9% a 18,5%. En el caso de la obesidad, la incidencia era de 4,9%, pero se elevó hasta 7,5%. El incremento general en este grupo poblacional fue de 46% en solo siete años.

“El sobrepeso y la obesidad ya son un problema de salud pública. En nuestro país ni siquiera hemos terminado de vencer los problemas de malnutrición por defecto, como la desnutrición, y ya estamos con los problemas de malnutrición por exceso”, asegura Saby Mauricio Alza, decana nacional del Colegio de Nutricionistas.

Para Miguel Palacios, decano del Colegio Médico, los plazos de implementación del reglamento son excesivos, pues las empresas tendrán entre 6 y 39 meses para adaptarse a los límites permitidos de los llamados nutrientes críticos y colocar advertencias en sus etiquetas.

“Para nosotros, como médicos, nos parece que es un acto perverso permitir que se sigan vendiendo sin advertencia estos productos con alto contenido de azúcar, sal y grasas, aun sabiendo que son sustancias dañinas”, declaró.

Similar opinión tiene Magaly Herrera, decana del Colegio de Nutricionistas de Lima y Callao. “La salud pública está en riesgo hoy. Tenemos una coexistencia de niños con sobrepeso y anemia porque no se están alimentando de forma adecuada. Estos niños están expuestos a cualquier enfermedad. El Ministerio (de Salud) no está viendo este problema”, declaró la especialista.

Doris Delgado Pérez, directora de la Escuela Profesional de Nutrición de la Universidad de San Marcos, añade que en el largo plazo se puede incrementar la incidencia de enfermedades asociadas.

“La obesidad y el sobrepeso pueden aumentar la prevalencia de diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Las cifras son muy altas, sin duda se trata de un problema de salud pública”, consideró.

Consumo de chatarra 

Los expertos consultados aseguran que la alimentación no saludable y la falta de actividad física son las causas principales del sobrepeso y la obesidad.

En relación con el primer punto, un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestra que el consumo de bebidas y alimentos ultraprocesados en el Perú creció en 107% entre los años 2000 y 2013.

Según el mismo documento, en el 2000 se vendían 40.2 kg de estos productos por cada persona. Hacia el 2013, el indicador llegó hasta 83.2 kg.

Sobre el consumo de comida rápida, la OMS advierte que en el mismo plazo el Perú mostró el mayor incremento en la región (265%). En el 2000, una persona compraba este tipo de comidas 8.7 veces al año, cantidad que se elevó hasta 31.8 en el 2013.

Con este panorama, con valores poco estrictos para definir la comida chatarra, los especialistas son escépticos sobre los beneficios del reglamento. Si se mantienen las tendencias mostradas, coinciden, las consecuencias podrían afectar todo el sistema de salud nacional. 

Diferencias

Definición. Para definir el sobrepeso y la obesidad, la OMS utiliza el Índice de Masa Corporal (IMC), que mide la relación entre el peso y la talla de una persona.

Exceso de grasa. Cuando el IMC de un adulto es igual o superior a 25, se le considera con sobrepeso. Si llega a 30, entonces tendría obesidad.

4 de marzo de 2018

Niños mimados, adultos débiles: llega la 'generación blandita'

¿Mimamos demasiado a los pequeños? Una nueva ola de expertos aboga por endurecer su carácter.

Suma escolar: padres que llevan la mochila al niño hasta la puerta del colegio + padres que piden que no se premie a los mejores de la clase porque los demás pueden traumatizarse + padres que le hacen los deberes a los niños que previamente han consultado en los grupos de WhatsApp = niños blanditos, hiperprotegidos y poco resolutivos

Cuenta Eva Millet, la autora de Hiperpaternidad (Ed. Plataforma), que ya hay niños que, al caerse, no se levantan: esperan esa mano siempre atenta que tirará de ellos. En ciertos colegios han empezado a tomar nota. Y, en algunos países, el carácter ya forma parte del debate sobre la Educación. 

Esto no es la nueva pedagogía. Gregorio Luri, filósofo y autor del libro Mejor Educados (Ed. Ariel), suele recordar que la educación del carácter es tan tradicional en ciertos colegios británicos como para que haya llegado a nuestros días una frase atribuida al Duque de Welington: «La batalla de Waterloo se empezó a ganar en los campos de deporte de Eton». En los campos de Waterloo o en las canchas del mítico colegio inglés, cuna del establishment, ningún niño esperaba que le levantaran si podía solo. 

En España, se habla de «educación en valores», pero puede que no sea lo mismo. El carácter se entiende como echarle valor, coraje, actuar en consecuencia cuando se sabe lo que está bien o está mal, no limitarse a indignarse. Como dice Luri, «ahora mismo en España les fomentamos la náusea en lugar del apetito». En su opinión, los niños de ahora saben cuándo se tienen que sentir mal ante determinadas conductas, pero educar el carácter es animarles a dar un paso, a ser ejemplo, a que sus valores pasen a la acción. Si están acosando a un niño, no callarse y protegerle. Decir no a la presión del grupo. 

El carácter ha vuelto cuando se ha sido consciente de que podríamos estar criando a una oleada de niños demasiado blanditos. Con padres que se presentan a las revisiones de exámenes de sus hijos, que abuchean a los árbitros en los partidos y que han hecho el vacío a niños que no invitaban a sus retoños a los cumpleaños. «Yo he tenido a un chaval de 19 años que se me ha echado a llorar porque le suspendí un examen», cuenta Elvira Roca, profesora de instituto. «Le dije que no me diera el espectáculo. Vino su madre a verme y me dijo que había humillado a su hijo. Le tuve que decir que estaba siendo ella quien le humillaba a él». 

Lea el artículo completo en:

El Mundo (España)

Sin educación emocional, no sirve saber resolver ecuaciones

Los grados de Magisterio (facultades de Educación) no forman a los profesores en gestión de las emociones, clave para el desarrollo de los niños.

Rafael Guerrero es uno de los pocos profesores de la Universidad Complutense de Madrid que enseña a sus alumnos de Magisterio técnicas de educación emocional. Lo hace de forma voluntaria porque el programa académico de los grados en Maestro en Educación Infantil y Primaria -nombre de la carrera de Magisterio tras la llegada del Plan Bolonia- no incluye ninguna asignatura con ese nombre. “Muchos de los problemas de los adultos se deben a las dificultades en la regulación de las emociones y eso no se enseña en la escuela”, explica Guerrero.
 
Se trata de enseñar a los futuros maestros a entender y regular sus propias emociones para que sean capaces de dirigir a los niños y adolescentes en esa misma tarea. “Mis alumnos me cuentan que nadie les ha enseñado a regularse emocionalmente y que desde pequeños cuando se enfrentaban a un problema se encerraban en su habitación a llorar, era su forma de calmarse”, cuenta el docente. Inseguridad, baja autoestima y comportamientos compulsivos son algunas de las consecuencias de la falta de herramientas para gestionar las emociones. “Cuando llegan a la vida adulta, tienen dificultades para adaptarse al entorno, tanto laboral como de relaciones personales. Tenemos que empezar a formar a profesores con la capacidad de entrenar a los niños en el dominio de sus pensamientos”.

La inteligencia emocional es la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar estados anímicos propios y ajenos, según la definición de quienes acuñaron el término a principios de los noventa, los psicólogos de la Universidad de Yale Peter Salovey y John Mayer. La inteligencia emocional se traduce en competencias prácticas como la destreza para saber qué pasa en el propio cuerpo y qué sentimos, el control emocional y el talento de motivarse, además de la empatía y las habilidades sociales.

Tras revisar los programas académicos de los grados en Magisterio, Pedagogía, Psicología y Psicopedagogía de las univerisdades públicas españolas en 2016, el Grup de Recerca en Orientació Psicopedagògica (GROP) de la Universidad de Barcelona (UB) concluyó que en España solo hay una universidad pública que ofrece desde 2012 la asignatura Educación Emocional en el grado de Magisterio, la Universidad de La Laguna, en Tenerife. “Cuando pensamos en el sistema educativo, por tradición creemos que lo importante es la transmisión de conocimientos de profesor a alumno, a eso se dedica el 90% del tiempo. ¿Qué pasa con el equilibrio emocional? ¿Quién habla de eso en la escuela?”, señala Rafael Bisquerra, director del Posgrado en Educación Emocional de la UB e investigador del GROP.

Los jóvenes con un mayor dominio de sus emociones presentan un mejor rendimiento académico, mayor capacidad para cuidar de sí mismos y de los demás, predisposición para superar adversidades y menor probabilidad de implicarse en comportamientos de riesgo -como el consumo de drogas-, según los resultados de varios estudios publicados por el GROP. “La educación emocional es una innovación educativa que responde a necesidades que las materias académicas ordinarias no cubren. El desarrollo de las competencias emocionales puede ser más necesario que saber resolver ecuaciones de segundo grado”, apunta Bisquerra.

El artículo completo en:

El País (España)

18 de diciembre de 2017

Cómo entretener a un niño pequeño según su edad

Divertir a un niño no es tan difícil una vez que aprendas algunos trucos que dependen de la edad.

Menos de un año: Los bebés solo quieren verte la cara o estar en tus brazos

Si tienes la oportunidad de tener en brazos a un bebé, no hay mucho que pensar. Si el bebé parece soñoliento o no presta atención a su alrededor, simplemente abrázalo con su cabeza sobre el hombro o el brazo. Moverse un poco es un extra. Camina un poco, usa una mecedora si la tienes a mano o mécelo suavemente.

Si el bebé está despierto, busca una postura en el regazo en la que pueda verte la cara y simplemente habla o canta. ¿No sabes qué decir? Recita las letras del alfabeto. Para más entretenimiento, puedes mover las manos mientras hablas o tocar tu nariz con la suya.

De 0 a 3 años: A los niños pequeños les encantan los chistes bobos

Para este grupo de edad necesitas esforzarte un poco más. Los niños pequeños están acostumbrados a ver adultos hablando, pero divertirles es más fácil de lo que parece.
  • Ponte algo ridículo en la cabeza. Por alguna razón esto les resulta muy divertido.
  • Establece una relación causa-efecto absurda. Cada vez que te toques el pie haz un ruido gracioso.
  • Apila cosas como juguetes o cubos y luego derriba la torre. Es probable que el bebé quiera hacerlo él mismo.
  • Mueve los dedos como si fuera una araña y hazle cosquillas mientras dices: “Uuuuhhh!! La araña de las cosquillas va a por tiiii” o algo así.
Obviamente, no vas a usar el truco de las cosquillas con cada niño que te encuentres. Es probable (y muy normal) que el bebé desconfíe de ti. Haz la araña con la mano pero sobre ti mismo. A veces los niños pequeños no quieren participar en los juegos, solo disfrutar del espectáculo. Lo mismo se aplica a todo lo anterior con variaciones. Quizá quieran echar abajo la torre, o quieran que lo haga un peluche. Fingir que no has visto como se ha caído y darte la vuelta para descubrirlo muy indignado da puntos extra.

Hay más trucos que son éxitos instantáneos, al menos en mi limitada experiencia, pero requieren cierta planificación. Si sabes hacer malabares, hazlo sin dudarlo. Los bebés aún están tratando de comprender cómo funciona la física y los malabares les fascinan. Las pompas de jabón también suelen entretenerlos durante mucho rato.

El artículo completo en:

Gizmodo

Uno de los fundadores de Facebook advierte del daño que las redes sociales pueden hacer a la mente de los niños

Sean Parker, uno de los fundadores de Facebook (y su primer presidente), está preocupado por cómo afectan las redes sociales a las personas. Lo peor de todo, comenta, es que los creadores de Facebook sabían muy bien lo que hacían y que estaban creando algo que sería extremadamente adictivo.

En un evento de Axios, el también creador de Napster mencionó:
“Solo Dios sabe lo que le está haciendo a la mente de nuestros hijos.”
Para Parker, la red social explota las vulnerabilidades psicológicas humanas, se aprovecha de ellas. Esto gracias a la sensación de validación que los atrapa y los hace publicar una y otra vez constantemente, buscando mensajes de aprobación, atención y los famosos “me gusta”. Es un ciclo que no acaba, y los creadores de la plataforma sabían que, a largo plazo, esto iba a suceder.
“Esta es la clase de cosas que se le ocurriría a un hacker como yo, porque estás explotando las vulnerabilidades de la psiquis humana. Los creadores de redes sociales como yo, Mark [Zuckerberg] o Kevin Systrom [Instagram] entendimos muy bien que esto iba a suceder, y aún así lo hicimos”.
Según el creador de Napster, cuando trabajaban en Facebook lo que querían era encontrar una forma en la que la red social consumiera toda la atención y tiempo posible de los usuarios. Por esta razón asegura haberse convertido en un “objetor de las redes sociales”, y mantiene muy poca presencia en ellas.

Aunque el hecho de que estos comentarios provengan de una persona que no solo ayudó a crear la red social más grande del mundo sino que hizo una fortuna gracias a ello, no deja de ser cierto que Facebook, al igual que otras redes sociales, pueden ser algo increíblemente adictivo gracias a lo sencillo de usar que es y, sobre todo, gracias al impacto psicológico que tiene algo tan mínimo como recibir un “me gusta”.

Fuente:

Gizmodo

5 de septiembre de 2017

Cómo averiguar si su hijo será un psicópata (con tan solo 5 años)

El psicópata... ¿nace o se hace?


Un estudio de 2015, realizado por psicólogos de varias universidades británicas y publicado en Biological Psychiatry, sometió a una curiosa prueba a 213 bebés de cinco semanas: los pusieron frente a un rostro humano y un objeto inanimado (una pelota roja) y anotaron cuál de las dos cosas atraía más su atención. Cuando cumplieron dos años y medio, pidieron a los padres que rellenaran un cuestionario sobre los rasgos emocionales de sus hijos. Tras cruzar los datos, se dieron cuenta de que los niños con mayor índice de rasgos de dureza e insensibilidad eran aquellos que de bebés habían centrado una mayor atención en el objeto inanimado.

“Los psicólogos estimamos que el 50% de este trastorno tiene un origen genético, sobre todo en cuanto a la frialdad, pero luego hay una parte ambiental y educativa, que responde al otro 50%”, sostiene Alicia Banderas. Al margen de los experimentos científicos, hay detalles que se manifiestan en el día a día de los niños. "Los primeros indicadores se dan en torno a los cinco o seis años de edad -señala Banderas-. Puede haber más brotes en la preadolescencia, más o menos a los 10 años, para luego irrumpir hacia los 15".

Estos son algunos de los comportamientos que aparecen más temprano, y pueden estar advirtiendo a los padres de que su hijo es un psicópata en potencia:

Es cruel con los animales

Esa actitud es una clara muestra de su falta de empatía con el dolor ajeno. “También es posible que exprese esa crueldad con otros niños e incluso con bebés”, indica Abel Domínguez Llort.

No tiene remordimientos

Ni se arrepiente de sus malas acciones, ni tiene sentimientos de culpa. “Puede llegar a pensar que la otra persona se merece lo que él le ha hecho”, dice Banderas.

Es insumiso

Desafía los límites, las normas y la autoridad en general. “He visto a muchos niños que dicen: ‘Quién se ha creído que es mi madre para decirme que no vaya a una fiesta’. Someten a los padres y terminan confundiéndose los roles: el hijo es quien acaba mandando”, añade la psicóloga.

Cuando algo no le sale bien, lo destruye

Se frustra con facilidad. Alicia Banderas pone un ejemplo: “Si está jugando con piezas de construcción y lo que quiere hacer no le sale, es capaz de tirarlo todo. No sabe autorregular sus emociones”.

Se cree el centro del mundo

Es muy egocéntrico y exigente: lo quiere todo y lo quiere ya. “Y cuando no lo obtiene, agrede, insulta o escupe", dice la especialista.

Es vengativo

Piensa que merece tener privilegios, y cuando considera que han sido injustos con él, su respuesta es hacer daño. “Tuve un caso en el que el niño había roto unas cartas manuscritas porque sabía que tenían mucho valor sentimental para su madre”, recuerda Banderas.

Miente más que habla

“Como quiere salirse con la suya, utilizará una mentira, pero para taparla tendrá que utilizar cien más”, asegura la experta.

Los castigos le resbalan

“Aunque tenga que estar una semana sin usar la tableta, le da igual. Antepone su objetivo a las posibles represalias, porque ante estas buscará una venganza y hará el mal, que es lo que le mueve”, dice Banderas. "No son niños felices -añade- y cuando les castigan no se sienten peor, porque ya se sentían mal antes de ese momento".

¿Ha reconocido a su hijo en este repertorio de señales? No se asuste, está a tiempo de reconducir la situación. Los expertos sostienen que el componente antisocial de la psicopatía se puede revertir. Domínguez Llort recomienda intensificar el entrenamiento de la empatía (“hacerles ver las consecuencias que han tenido sus acciones”) y de las habilidades sociales (“para que el niño aprenda a decir las cosas de forma asertiva, pidiendo lo que necesita pero sin hacer daño a otros”).

A modo de prevención, “en las casas hay que poner unos límites”, afirma Banderas. “Por ejemplo, mediante lo que llamamos ‘economía de fichas’: para ganar derechos, tienen que cumplir con obligaciones. Hemos visto que esta frialdad y esta tiranía se expanden más en familias muy permisivas y también en el otro extremo, en familias muy autoritarias”.

“Podemos leerles cuentos especialmente creados para inculcar esas habilidades sociales”, aconseja Domínguez Llort, así como "fomentar el trabajo en equipo, ya sea en el ámbito del deporte o haciendo excursiones. Es fundamental dar ejemplo: que vean que la solidaridad es buena. Hay que pedir a los hijos, por ejemplo, que compartan sus chuches, aunque ellos no vean la necesidad de hacerlo. También debemos ayudarles a enfrentarse a determinados mensajes que nos envía la sociedad y que empujan al individualismo”.

Fuente: Buena Vida (El País, España)
google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0